por Lisandro Martinez*
Con la hostia semanal pasó de grado en grado zamarreado, cacheteado y acusado de fracasado
El Instituto Cardenal Copello de educación religiosa es una empresa ubicada en Villa Devoto donde estudian los hijos de hombres de negocios. En marzo de 2024, la cuota del colegio era de $134.000 y la matrícula costaba $107.400. Hubo otros famosos que también pasaron por esas aulas y gobernaron, como el general Reynaldo Bignone, uno de los desaparecedores de personas que ensangrentaron el país de 1976 a 1983 y último militar que ocupó la presidencia de facto durante la dictadura. Entre 1978 y 1988 en el Copello, Javier Milei trató de estudiar allí y se ganó el apodo de “Loco” por sus desbordes. De adolescente nunca estableció relaciones firmes con sus compañeros, nadie lo recuerda enamorado de una piba. Sí se lo recuerda imitando a Mick Jagger, eso le dio alguna popularidad pero no intimó con nadie. Terminó la secundaria en el Copello y regresó al instituto siendo Presidente de la Nación cuando aprovechó para abrir el ciclo lectivo 2024. Durante la visita un estudiante presente le preguntó: “¿Qué piensa La Libertad Avanza?” y Milei utilizó la consulta para criticar al socialismo: «Cuando ustedes miran todo lo que es políticamente correcto es socialista. Hay mucha gente que es socialista sin saberlo, por eso cuando fui al Foro de Davos, les dije a todos: “Son unos zurditos”. Por eso la rebelión debía ser liberal, estábamos tan contaminados de socialismo, teníamos tanto rojo encima que lo natural era la revolución liberal» dijo (www.lanacion.com.ar 6/3/2024) y cargó contra las personas sin ataduras con la iglesia que reniegan de la explotación capitalista a las que condenó como “zurdos”. Juan González, uno de sus biógrafos, señala en su libro “El Loco" que Milei cuenta las tres veces que vio “la resurrección de Cristo” y “los diálogos que tiene con sus perros muertos”, una patología mental que deberían analizar especialistas y determinar si está
en condiciones de presidir un país. Es necesario recordar que toda la burguesía y sus partidos apoyaroncon dinero, fiscales y candidatos la llegada a la presidencia de este delirante derechista.Qué cultura va a tener si aprobó a los cachetazos
El presidente Milei intentó ridiculizar a las autoridades de la Universidad de Rosario por la cantidad de empleados que tiene, pero no pudo resolver una operación matemática sencilla y calcular que si había 85.000 alumnos y 10.500 empleados: ¿cuántos empleados eran por alumno?
¡My God!
Este nuevo límite de Milei, cuestiona su capacidad intelectual no ya para gobernar una república sino para ocuparse de la caja de un kiosco. Al auto titulado economista Milei se le quemó el diploma al no saber qué cifra colocar en el divisor y que otra en el dividendo. Milei planteó: “La Universidad Nacional de Rosario tiene 85.000 alumnos y 10.500 empleados”, y llegó a la conclusión errada que había 8 empleados por cada alumno. Entonces utilizó la red X para burlarse de las autoridades y alumnos de la universidad enviándoles un mensaje por la red X advirtiéndoles: “Se los dejo para pensar”.
¿Cuántas veces Javier reprobó matemáticas a pesar de los cinturonazos?
El resultado matemático que extrajo Milei fue que en la Universidad Nacional de Rosario había 8 trabajadores por cada alumno. Esto lo llevó adelante sin recordar que su paso por la hora semanal de matemáticas en la Copello había sido siempre un valle de lágrimas. Las operaciones matemáticas y sus resultados los hizo sin mostrárselos a nadie que lo corrigiera y el resultado equivocado lo utilizó para pavonearse con que “las universidades públicas son un curro”. La crisis de matemática de escuela primaria que el presidente abordó en soledad se transformó en el hazmerreír de toda la Universidad de Rosario. Un medio la tituló como: “Insólita burrada de Milei: quiso escrachar una universidad pública, pero hizo mal una cuenta muy simple” (www.lanoticiaweb.com.ar 10/10/2024). Horas más tarde, luego de que el yerro cosechara interminables burlas y memes, el presidente se rectificó y escribió: “Perdón por el error son 1 empleado por cada 8 alumnos…”. Un dato interesante es que la Universidad Harvard, por citar un ejemplo, contó durante el ciclo lectivo 2021-22 con 14.019 trabajadores, entre administrativos y docentes, para 7.483 estudiantes.
Plagiador impenitente
Milei ha abusado de los datos que otros han pensado, dando muestra que no tiene escrúpulos ni límite alguno y por lo tanto los principios y razonamientos de otros los utiliza sin alertar que no son de su autoría. Ha dado discursos con datos de otros autores, plagiándolos y llegando al punto de copiar párrafos enteros de discursos de un presidente ficticio tomados de una serie llamada “The West Wing” (El ala izquierda de la Casa Blanca, donde Martin Sheen era el candidato a presidente) y expuso esos textos sin sonrojarse en la ONU en octubre de 2024. El 22/5/2024 Milei presentó en el Luna Park el libro “Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica”, y allí falseó y plagió a varios autores y mintió asegurando: “En 1900, la Argentina tenía el 13° mayor PBI per cápita de 45 países relevados. Una patraña y falsedad acuñada por el presidente farsante para reivindicar aquella década donde la pobreza era patética entre los trabajadores mientras la clase alta iba y venía todo el tiempo a Europa. A principios del siglo XX, los pobres en la Argentina vivían en condiciones de hacinamiento sanitario y precariedad, en conventillos y en barrios que habían perdido categoría social. Milei patentiza el fracaso de la clase social que gobierna y que lo promocionó. Él se presenta como un economista de primera pero en el sector privado fue un empleado de 2da línea, que nunca ascendió a cargos gerenciales en empresas ni en el grupo Eurnekian y fue lanzado en todos los canales de TV sin importarle a su patrocinador el contenido trucho de ese producto. En el libro de Milei “Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica” la organización www.chequeado.com encontró plagios y fraudes a otros autores. El análisis del material desenmascara a un impostor apoyado por los monopolios, que continúa en el poder ante la falta de una alternativa obrera.
(*) De Política Obrera