En las escuelas no debe de haber ningún signo identificable de doctrinas políticas. Si la obra es el “Mural de la Democracia” y se permiten colocar los pañuelos, debería incluir imágenes de los presidentes argentinos, todos, para mostrar qué es democracia. De lo contrario es adoctrinamiento.
Ahora que se habla tanto de la Memoria, es bueno recordar que hace años La Cámpora, propiciada por un intendente kirchnerista, enviaba a sus jóvenes militantes a pintar las paredes de las escuelas lanusenses y a realizar actividades con los alumnos. Desde sus primeros años escolares el adoctrinamiento era constante y algunos padres se opusieron: no fueron suficientes. Algunos funcionarios, directores de escuela y docentes permitieron que el cerebro de los niños se formateara en esa ideología. Y ahí se perdió la democracia, que necesita variedad para crecer. Los chicos pequeños no tienen formada su capacidad de análisis para decidir cuál es el camino que quieren seguir. Y los adultos tienen responsabilidad de abrir su conocimiento, en lugar de encapsularlos en una ideología.
Consultado Muscatiello sobre quienes son los responsables de las imágenes del mural, no dio respuesta, a pesar de la insistencia en la pregunta. ¿Podría ser el Consejo Escolar, las autoridades municipales, el director, los docentes? La respuesta marcó al director porque, según docentes consultados, “nada se puede hacer en una escuela si el director no lo autoriza”. Ya sabe el director lo que debería hacer. Fin.
Marta Santos