En Pico al 1500 entre Eva Perón y Arturo Illia, en Lanús este, relata Patricia que “el viernes 31/1 a las 2:36 mi hija detecta por la ventana de su habitación que un sujeto parecía querer ingresar a la casa del vecino de enfrente, donde vive un señor de unos 80 años que en ese momento no se encontraba en su domicilio. Activamos la alarma vecinal adquirida por los vecinos hace dos años, se alertan los vecinos por el grupo de WhatsApp y llamamos inmediatamente al 147 pues, según indican, su llegada es más rápida que si se llama al 911. El sujeto en cuestión estaba colgado del equipo externo del aire acondicionado intentando sacarlo (foto). Luego de unos minutos se va, apagamos la alarma, pero da toda la vuelta a la manzana caminando por la calle, y al detectar que no llegaba la policía, con un cascote en la mano y al grito de: «¡Voy a volver, eh!», se trepó nuevamente para golpear con el cascote la pared y el equipo, para intentar sacarlo en forma definitiva. Mientras, otro sujeto visto por los vecinos, hacía de campana sobre Eva Perón. Cuatro veces llamamos al 147. El sujeto no logró su cometido por la intervención de un efectivo femenino que vive en el barrio, al cual le opuso resistencia. Recién llegó una patrulla a las 2:58 luego de decirle a la operadora del 147 que había una mujer policía tratando de atraparlo, sola, sin apoyo, y de que escucharan las dos detonaciones que realizó para amedrentarlo. A dos cuadras tenemos la comisaría 8ª. Ni un efectivo se asomó a ver qué pasaba en esos 20 minutos.
No podemos estar más indefensos. El intendente debe exigirle a la gobernación medidas urgentes para evitar que nos sigan matando”.
