por Martín Slavec*
La Ley provincial 14.848 de Paridad de Género establece que las listas de candidatos para cargos públicos electivos deben conformarse con un 50% de mujeres y un 50% de hombres. Sin embargo, esta equivalencia en la composición de las listas no se traduce automáticamente en una representación parlamentaria como es el caso del Honorable Concejo Deliberante de Lanús. La legislación vigente no garantiza que las mujeres encabecen las listas, lo que puede afectar su posibilidad de acceder a bancas. En este contexto, si bien la Ley de Paridad de Géneros ha representado un avance significativo al obligar a los partidos a presentar listas equilibradas en términos de género, la realidad en el Concejo Deliberante de Lanús evidencia que la paridad formal no siempre se traduce en una representación equitativa: Hay 13 ediles varones y 11 mujeres. Esto demuestra que, aunque las leyes de paridad son necesarias, por sí solas no son suficientes para garantizar una representación equitativa en todos los niveles de gobierno.
Resulta llamativo que, en municipios donde se promueve activamente la identidad de género y la equidad, persista una disparidad de representación en los órganos legislativos. En el caso de Lanús, la normativa interna del Concejo Deliberante no aborda cuestiones de género ni contempla mecanismos para fomentar una mayor participación femenina, ya sea en las bancas, en las comisiones o en la representación legislativa. Además, el género del candidato se define según su DNI, sin considerar otras dimensiones de identidad. Ante esta situación, es fundamental que se generen espacios de debate y acciones concretas que permitan avanzar hacia una representación más equitativa, garantizando que las mujeres no solo formen parte de las listas, sino que también ocupen efectivamente cargos de decisión dentro del Concejo Deliberante. Me resulta sorprendente que no haya pronunciamiento femenino sobre el tema en el HCD de Lanús, ni de un lado ni del otro.
(*) Del partido Principios y Valores
