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sábado, 21 de diciembre de 2024

Ser delegados clasistas y combativos

por Lisandro Martínez* 

Con la colaboración de Juan C. Merino

“Honrar la vida”                                                                  

Desde 1969 al calor del Cordobazo nos propusimos entre JCM de 21años y LM de igual edad poner en pie secretamente entre 500 trabajadores una organización dentro del Jockey Club de Buenos Aires (JC).

        Aprovechando el paraguas de la vuelta de Perón, el 11/10/1973 se armó un debate con unos diez trabajadores y uno planteó parar cuando Perón asumía la presidencia y hacer piquetes en la puerta del JC para impedir que funcione. Fue una medida de fuerza impuesta por las circunstancias ya que la organización era todavía muy endeble. Fue inolvidable para los que vivimos la asamblea improvisada votar una medida casi imposible de sostener. Se llevó adelante y el JC tuvo su primer paro con piquete en cien años y funcionó con poco personal. La policía nos detuvo en el piquete y al poco rato salimos airosos de la comisaría junto con el boga de la patronal Matielo, confundido como parte del piquete.  Con ese pequeño triunfo se fue armando un cuerpo de delegados de 8 secciones: Aurelio F, Demetrio G, Andrés P, Abel R, Miguel S, Diego P, Juan C. M y Lisandro M., todos electos por sus compañeros, con la idea de que se respetaran derechos que desde hacía un siglo eran burlados por la patronal y que no nos despidieran en el intento. Extendimos la organización más allá de la Sede Social y los compañeros de Stud Book eligieron 2 delegados: FC y EM. También en San Isidro (Golf y Piletas) donde en asambleas votaron 1 delegado Tomás O. (total 11 delegados). Una vez por semana nos reuníamos los delegados en Carpintería debatiendo la situación política nacional donde el clasismo era referencia y las novedades internacionales donde saboreamos la derrota yanqui en Vietnam. Los informes de las anomalías laborales de cada lugar fueron el listado de reivindicaciones y de reclamo a la patronal. Teníamos un

defecto de origen: el Sindicato de Empleados del JC -LM era afiliado desde los 14 años- era inocuo ante la patronal, pero esa burocracia tenía que coquetear por las elecciones sindicales al ser candidatos a una nueva comisión directiva. La patronal había seleccionado durante un siglo el ingreso de trabajadores con éxito hasta el momento pero no podía abstenerse de la agitación por la vuelta de Perón. Mantuvimos un semi anonimato hasta que el proceso electoral sindical tomó cuerpo y fuimos “la niña bonita” por representar 500 votos que las listas querían conquistar para ganar el gremio. Formulamos una política de independencia de todas las listas del PJ (Azul, Verde, etc) pero éramos solidarios con luchas obreras con colectas y pronunciamientos y fuimos gestando asambleas por sector que se instalaron en el comedor de empleados, lugar adonde se constituyó la asamblea soberana. Hubo una selección de candidatos a delegados de cada sección, una verdadera innovación en una institución antidemocrática, cuna de Comandos Civiles en 1955, asaltantes de la CGT con métodos terroristas para vencer la resistencia de obreros peronistas. En 1974 en un intento de incorporarnos a los gremios del PJ en el turf nos convocan a una asamblea de los trabajadores del turf en Bomberos Voluntarios de San Isidro; se produjo un forcejo con la llegada de la lista Verde (peronistas de derecha) quienes son expulsados y en un intento de incorporarnos nos invitan a hablar a los jóvenes del JC.

La AAA ya actuaba

Una vez realizadas las elecciones en 1973 del sindicato de empleados del Jockey Club y trabajadores del turf, ordenan desde el gobierno de Perón que no asuma el secretario de actas electo, J. Giuliani ni R. Novarini, tesorero, ambos acusados de ser “comunistas”. Fuimos a la reunión de CD del sindicato a reclamar porque fueran repuestos en sus lugares los compañeros votados por los afiliados y respondieron: “Los sindicatos son de Perón y la orden viene de Lorenzo Miguel”. Rechazamos los argumentos pero los afectados prefirieron dar un paso al costado ante el peligro que corría su integridad física. En la próxima asamblea, con la presencia del secretario general Juan C. Andrada, se votó que LM cubriera el cargo de secretario de actas concurriendo a las reuniones de CD. Allí volvimos a reclamar la reposición de los compañeros votados. Los debates eran ya muy tensos: Di Tulio ahora tesorero se enardecía defendiendo el apriete de la triple A y perseguía físicamente a LM para callarlo. La tensión escalaba mientras la triple A continuaba secuestrando y desapareciendo a trabajadores y activistas en el país. La asamblea del Jockey Club era soberana: debatía, decidía y votaba, le dio un perfil al proyecto de convenio colectivo y decidió se constituyeran 4 comisiones: Vestuario, Comida  Viáticos y Esparcimiento. Las familias obreras estaban perdiendo la salida sabatina al cine y a la pizzería. Las 4 comisiones tuvieron el plus de la ayuda de las mujeres que investigaban el costo de viáticos, vestirse, alimentarse y salir una vez a la semana en familia. Ese formato arrojó resultados con números exactos del costo de la canasta familiar y fue apabullante: su valor mínimo era de $6.200 (u$s 600) mientras el JC pagaba un salario mínimo de $1.380, menos de un 45% de lo que necesitaba una familia para no ser indigente. Eso fortaleció la lucha y dio un horizonte humano a conquistar, las cifras fueron confirmadas y los compañeros fueron un solo puño en la lucha. Imprimimos 500 ejemplares del proyecto de Convenio y lo hicimos examinar y corregir en cada sección. Jacobo Timerman para desprestigiar la lucha en el Jockey tituló en La Opinión: “Cuando sirvientes y mucamos se sublevaron”.

“Merecer la vida no es callar y consentir”: El conflicto de Villa Constitución

En 1970 se convoca a elecciones de la UOM en todo el país menos en Villa Constitución. Los matones recorren la planta junto a un tal Ranure, miembro de la AAA, vociferando que “entre los delegados hay comunistas que los peronistas deben denunciar”. Algunas secciones paran en repudio y varios obreros intentan golpear a los matones. La UOM nacional expulsa a la Comisión Interna (CI) y a muchos delegados. Es a partir de esto que el 8/3/70 comienza una huelga histórica con toma de plantas votada en asamblea general por la restitución en la UOM de los delegados y la CI sancionada y por la normalización de Villa Constitución. Con la lucha vuelven los expulsados y el 16/3 se llama a elecciones en la seccional. Las novedades de Villa se informaban en las asambleas del JC. El 11/3/1974 al finalizar victoriosa la primera huelga se convoca a festejar en la plaza central “el Villazo”, van 12.000 personas. El 20/4/1974 las CI de Acindar, Metcon y Marathon convocan un plenario nacional de sindicatos, CI, cuerpos de delegados, corrientes sindicales y activistas antiburocráticos en apoyo a la recuperación de la seccional de Villa Constitución de la UOM. Los delegados del JC en asamblea resuelven que viaje una delegación a Villa. Las patronales atacaban a fondo las luchas: Panam, Insud, Banco Nación, ATE Rosario, Miluz, etc, y el plenario de “Villa” podía ser la gran oportunidad para discutir métodos y coordinar contra la miseria y represión  impulsada por el gobierno de Perón y la triple A. En ese cuadro, la CI de Miluz mandató a Jorge Fischer para concurrir al Plenario de Villa. Fischer planteó la necesidad de la más estricta independencia política de los sindicatos, o sea del peronismo, respecto al Estado y la independencia política de la clase obrera. Fischer y Bufano defendieron que el plenario de Villa fundaba el Frente Nacional Clasista que centralizaría al activismo, sindicatos, delegados antiburocráticos que luchaban en el país. Como primera medida en defensa de Acindar, Miluz propuso un acto conjunto para el 1° de Mayo pero dirigentes del movimiento obrero, Agustín Tosco y René Salamanca y buena parte de las organizaciones de izquierda rechazaron el planteo. Desde que el gobierno militar promovió el retorno de Perón, las direcciones de izquierda de la época (el PC, el PRT-ERP y el PST morenista) se oponían a acción alguna que no se rindiera al peronismo. Así la izquierda y el foquismo hicieron seguidismo al nacionalismo patronal, cuyo propósito era acabar con el ciclo abierto por el Cordobazo. Al no consolidarse una dirección de lucha obrera se inició la cuenta regresiva para el genocidio del 24/3/1976.

Perón dio tres golpes de estado

En el acto del 1/5/1973 Perón atacó abiertamente a la JPT y a Montoneros. Lo que los medios presentaron como “una expulsión” de la JP de la Plaza por JDP fue una imposición de las bases a la dirección de Montos  para vaciarle la plaza a Perón, la dirección de Montos tuvo que irse del acto o se quedaban solos con “el líder” mientras las columnas se iban hartas de los caprichos del fundador de la AAA.  Los golpes de Perón: Primero el que expulsó a Cámpora/Solano Lima y entronizó a Raúl Lastiri, yerno de López Rega. El segundo el golpe al gobernador Bidegain, reemplazado por Victorio Calabró de la AAA. Y el tercero cuando descabezó al gobierno de Obregón Cano y Atilio López en Córdoba.

   Fisher y Bufano pusieron a debate una declaración surgida en el PO en las 8 secciones de la fábrica, en asambleas que votaron positivamente el volante y su programa. Se denunció así la trampa de la convocatoria y se llamó a no concurrir y levantar un programa de clase. La declaración propuso una lucha directa de los socialistas vs. Perón, el Estado y la burocracia sindical. La CI decidió, por mayoría, pegar de inmediato el volante en la cartelera sindical y luego repartió el texto en forma masiva en la fábrica. PO sacó una gran enseñanza, tanto contra el nacionalismo patronal como contra la contrarrevolución nacionalista de la Triple A. Cuando se produjeron los asesinatos de Fisher y Bufano el sindicato no movilizó. Dentro de las decenas de miles de compañeros y luchadores asesinados y desaparecidos por el gobierno peronista y la dictadura militar, Fischer, Bufano y Noriega ocupan un lugar histórico propio: por movilizar políticamente a la clase obrera “peronista” contra el régimen reaccionario de JDP y con una política obrera independiente, socialista y revolucionaria. Ha pasado medio siglo, el legado extraordinario que dejaron aquellos clasistas y combativos sigue más vivo que nunca, éste es un homenaje para todos aquellos que aguantaron los trapos en el “Villazo. Contra esa generación de luchadores es que se dio el golpe del ‘76. El ERP y Montoneros fueron una excusa. El 1/6/1975 los compañeros celebramos en el JC la conquista de un convenio colectivo a la medida de la lucha que se dio, obteniendo un salario igual a u$s 600 tal como nos propusimos. Los delegados fuimos paritarios bajo control de la asamblea. El 6/61975 los obreros de Ford Pacheco iniciaron una huelga que derivó en la mayor huelga política de masas de la historia nacional donde el movimiento obrero tomó las calles. Fueron “las jornadas de junio y julio del ‘75”, echando a López Rega y al régimen terrorista de la triple A.

Se podría haber impedido el golpe de 1976 de haberse conformado una dirección revolucionaria. El JC en abril de1976 a caballo del golpe genocida incorporó a la jefatura de personal a un marino de losboinas verdes y en condiciones de retroceso nacional de la vanguardia obrera nos despidieron. A 50 años queda en pie un convenio colectivo de trabajo (foto) modelo que todavía exhibe extraordinarias conquistas. Los paritarios estuvimos bajo control de las asambleas. La comida diaria pasó a ser parte del salario en caso de despido, de la guardería infantil se hizo cargo la patronal, el sistema de ascensos abiertos se resolvió sin “hijos ni entenados” por examen. La patronal se hizo cargo del pago efectivo de los feriados más un día de descanso. Se conquistó “el día del trabajador del Jockey Club”, como día festivo y pago.

        (*) De Política Obrera