No llegó a durar seis meses como jefe de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires el lanusense Pablo Kisch (derecha) comisario general de la Bonaerense, que fue puesto en ese cargo cuando Diego Kravetz lo dejó vacante para desempeñarse exclusivamente como secretario de la seguridad porteña. El lunes desplazaron a Kisch y al subjefe policial Jorge Azzolina por la fuga de 17 presos de la comisaría de Liniers. Con Kisch afuera, son tres los hombres que se desempeñaron en la seguridad de Lanús, que quedaron afuera de la misma área de CABA en los último tiempos. Los otros dos son Sebastián Vela y Kravetz. Otro lanusesnse que no dio pié con bola en CABA es Nestor Grindetti, a quien sacaron como jefe de gabinete para darle una secretaría de "relaciones con municipios y provincias".
