por Sebastián Franco*
Desde hace un tiempo quiero advertir lo que está sucediendo y preocupando a los libertarios de Lanús, los de pura cepa, los que levantan las banderas del liberalismo que proponen nuestro presidente Javier Milei y su hermana Karina. Me tomó tiempo escribir esta nota, ya que necesitaba pensar bien las palabras y agotar todas las vías de comunicación posibles para proteger el armado de Javier Milei en la provincia de Buenos Aires y, más precisamente, en Lanús. Hacer esto seguramente me traerá muchos enemigos, pero, como siempre dice nuestro presidente, prefiero una verdad incómoda a una mentira confortable.
El año pasado tuve el honor de representar las ideas de la libertad en mi ciudad, Lanús, ciudad que me vio nacer, crecer y desarrollarme como individuo. Estuve en el tercer lugar de la lista número 135, que impulsaba como presidente a Javier Milei. Lamentablemente, a pesar de los esfuerzos que junto al candidato a intendente Javier García hicimos, no logramos el objetivo. Esto se entiende, ya que a la gente le asusta lo desconocido. Sin embargo, durante el trayecto notamos que la lista estaba minada de infiltrados, personas que venían de otros espacios que no tienen nada que ver con las ideas de la libertad ni con el proyecto de país que impulsa nuestro presidente y máximo referente, Javier Milei. Por ejemplo, está la actual concejal y coordinadora de Lanús, Mariana Ayesa, quien puede verse en fotos como parte del massismo. Esto no sería lo preocupante, ya que todos cometemos errores en nuestras vidas y podemos enmendarlos si nos damos cuenta de que estábamos equivocados. Lo realmente preocupante es que esta persona fue una ferviente activista feminista, militó por la ley del aborto y la
ESI Educación Sexual Integral (ESI). Por este motivo, no puede oponerse a los textos que circulan en colegios bonaerenses con el aval del gobernador Axel Kicillof y su ministro de Educación. Esto fue denunciado el lunes pasado en el diario Clarín, donde dejó claro su rechazo a las políticas de ESI en los colegios de Buenos Aires. Como cristiano evangélico bautista y sobrino nieto de quien fuera presidente de las Iglesias Evangélicas Bautistas de la República Argentina, Ignacio Loredo, no entiendo cómo desde los púlpitos se utiliza a la gente para militar ciertos espacios políticos. La iglesia no debe ser un lugar para hacer política, aunque sí se puede hablar de política con una visión espiritual de Reino. Por eso no comparto que desde los púlpitos se impongan líneas políticas. Las almas son libres y deben tener pensamiento crítico y poder de decisión. El mismo Javier Milei, en Plaza Holanda, donde estuve muy cerca de él, dijo una frase ya conocida por todos: “Yo no vine acá a guiar corderos; vine a despertar leones”.El malestar entre los fieles al presidente en Lanús aumenta al ver las pésimas decisiones tomadas en estos 11 meses de gestión local por parte de los concejales de La Libertad Avanza en Lanús, Juan Del Oso y Mariana Ayesa, ambos con un pasado massista. Por ejemplo, apoyaron un proyecto presentado por el oficialismo que consiste en quitarle el campo de deportes a dos colegios, dejando a más de una docena de instituciones escolares sin ese espacio. Los liberales no comulgamos con medidas que no respeten la propiedad privada. Además, se han repetido viejas prácticas de la "casta" política, como nombrar a familiares y amigos, dejando afuera a quienes trabajaron por las ideas. El titular de Anses en Lanús, Ignacio Moroni, es ejemplo de esto. Moroni, además de haber sido candidato de Larreta, tiene un pasado massista y compitió en 2021 para intendente junto a Florencio Randazzo. Todos estos datos se pueden verificar. Repito: el fin de esta denuncia es cuidar la espalda de un presidente y su proyecto de gobierno. Así como recientemente se desvinculó a la canciller Mondino por no alinearse al proyecto presidencial, es necesario limpiar el armado local. Moroni fue premiado por ser hijo de Mariana Ayesa, actual coordinadora de La Libertad Avanza Lanús. No contenta con conseguirle un buen trabajo a su hijo, Ayesa logró posicionar a quienes trabajaron con él en la campaña de Larreta dentro del PAMI y Anses, dejando afuera a muchos seguidores fieles de las ideas de la libertad. Estos militantes no buscaban puestos, pero, por respeto al trabajo que realizaron, debieron tener la oportunidad de decir "no" si no deseaban ocupar un cargo, situación que nunca ocurrió. Esta misma práctica de acomodo ya se dio en el pasado con Ayesa, cuando, siendo consejera escolar por el Frente Renovador, acomodó a su hijo en un puesto político. Al parecer, no resisten los archivos. La lista de irregularidades sigue, y parece tener el aval del armador provincial, ya que todas las solicitudes de reunión hechas por quien suscribe, uno de los referentes más antiguos de LLA Lanús, fueron denegadas, salvo una con el nuevo armador de la Tercera Sección Electoral, Fabricio Martínez, quien parece no darse cuenta de estas irregularidades. Un ejemplo reciente es la incorporación de Fernando Cabrera, presidente de la ONG Fundación Argentina Segura, quien también tiene un pasado en el Pro y en el kirchnerismo con el actual intendente de Lanús, Julián Álvarez. Esto nos hace pensar que la corrupción es moneda corriente en el armado local, con favoritismos políticos y abandono total. La coordinadora tiene mucho marketing y poca gestión y presentación de proyectos. Para finalizar, no se pueden repetir los errores de la campaña de 2023, donde solo él era un referente liberal y el resto provenía del Pro y el massismo. En esa oportunidad, los sellos prestados ejercieron una fuerte presión para imponer a sus candidatos, pero ahora, con sello propio, deberían de primar los candidatos liberales. Hay muchos preparados para la gestión, a pesar de que algunos intenten negar su existencia.
(*) Ex candidato a concejal de La Libertad Avanza