por Fernando Cabrera*
Un reciente asalto a una pareja de jubilados en Villa Barceló y la violenta entradera sufrida por una conocida familia en la intersección de Castro Barros y Avenida Hipólito Yrigoyen, nos recuerdan la grave crisis de seguridad que atraviesa el municipio de Lanús. Dos hechos escalofriantes que ocurrieron el mismo miércoles, y que representan sólo una pequeña fracción de la inseguridad que vive la comunidad día tras día. En el primer incidente, tres delincuentes ingresaron a una vivienda en Chascomús al 3400, donde maniataron a dos jubilados de 73 y 70 años. Los golpearon brutalmente exigiendo dinero. La mujer sufrió un infarto, y hoy lucha por su vida en terapia intensiva en la Clínica Modelo. Su esposo quedó con el rostro desfigurado por la golpiza. Mientras tanto, uno de los delincuentes hacía de campana en la calle, asegurando que nada interrumpiera su salvaje acto. Ese mismo día, otro violento robo conmocionó a una familia en Castro Barros y avenida Hipólito Yrigoyen. Cinco delincuentes armados y disfrazados con caretas y guantes irrumpieron en su hogar, torturaron al matrimonio y a sus tres hijos, buscando dinero. Se llevaron 50.000 euros, armas de fuego y destrozaron una pared antes de escapar, aparentemente en una camioneta que los esperaba en las cercanías. En plena fuga, otra banda robaba una mueblería en la misma cuadra, mostrando la falta de control en la zona. Estos hechos no son aislados. Según datos oficiales, en Lanús se registran al menos 20 entraderas por mes en domicilios, muchos de ellos habitados por adultos mayores, uno de los sectores más vulnerables de nuestra sociedad. Frente a esta realidad, desde la Fundación Argentina Segura exigimos acciones
concretas e inmediatas por parte de las autoridades municipales y provinciales. Es imperativo que se refuercen los patrullajes, en especial durante la noche, cuando los vecinos se encuentran más expuestos a estos ataques violentos. Se requiere, además, una mejor utilización de las 1.080 cámaras de seguridad que ya están instaladas en el distrito, implementando patrullajes preventivos mediante monitoreo en tiempo real para detectar movimientos sospechosos y actuar de manera inmediata ante posibles delitos. Lanús también posee cámaras lectoras de patentes instaladas en los semáforos, que podrían utilizarse como un anillo digital para detectar vehículos buscados o recientemente robados que ingresen, transiten o salgan del partido. Este sistema permitiría una respuesta rápida ante situaciones delictivas, coordinando los controles vehiculares en tiempo real. Es fundamental que se implementen retenes en las entradas y salidas del partido de Lanús, controlando de manera más estricta a quienes ingresan y egresan del municipio. Esto no solo permitirá disuadir a bandas organizadas, sino también atrapar a quienes ya han cometido delitos en la zona. Lanús no puede seguir soportando este nivel de violencia.Los vecinos tienen derecho a vivir en paz, sin temor a que sus hogares sean invadidos por delincuentes. Las autoridades deben dar una respuesta contundente y no dejar que estos hechos queden impunes. Exigimos más presencia policial en las calles, patrullajes preventivos nocturnos, mejor utilización de la tecnología de monitoreo, y un sistema de seguridad que proteja a todos los ciudadanos. No podemos permitir que nuestros adultos mayores, y todas las familias de Lanús, sigan siendo víctimas de esta ola de violencia. El tiempo de actuar es ahora.
(*) Presidente de la Fundación Argentina Segura