En Ramón Franco y Rosales, en Remedios de Escalada, los vecinos levantan un dedo acusador sobre el dueño de este auto que lo estaciona ocupando toda la vereda sin importale que su actitud obstruye el paso de todo el mundo, incluidas personas con movilidad reducida. “Yo vi una señora que llevaba un cochecito con un bebé y tuvo que bajar a la calle para pasar”, dice uno de los reclamantes, que pide que la municipalidad tome cartas en el asunto.
