por Salvador Baratta*
La verdad, nos estamos acostumbrando a no poder estar en la calle porque te roban y te matan; ya sea por el coche, la moto, tu celular, cartera, mochila o por las dudas.
Lanús hace años viene perdiendo cuadrículas, móviles y policías. Antes porque el intendente era Pro y ahora porque es Cámpora. La responsabilidad de la seguridad es cuestión provincial y nacional. Desde el municipio se debe aportar lo que se pueda para mejorar, como ser cámaras o móviles si es posible con personal armado. Los móviles celestes sólo pueden ser espectadores de lujo ante un ilícito, y lo que es peor si tienen la mala suerte de pasar cuando un hecho se está cometiendo son carne de cañón sin defensa alguna: ¿o ningún iluminado se puso a pensar que un delincuente se puede asustar y disparar porque piensa que son policías” Parece que no.
Mi pregunta es: ¿Los concejales que comulgan con el gobierno nacional -los de Libertad Avanza y los del Pro- no piensan reclamar ante las autoridades nacionales una ayuda de fuerzas federales? ¿No se dan cuenta que estamos cada vez peor? ¡Y ni qué hablar de senadores o diputados de esta ciudad! Asusta tanta indiferencia. A las autoridades kirchneristas sólo vale decirles: “Dejen de romper las pelotas con el garantismo”. Pero es predicar en el desierto, lo que me preocupa son los que creo están del otro lado y vaya a saber por qué se llaman a silencio. También darnos cuentas que sólo los que vivimos y sufrimos acá podemos sentir el frío que paraliza cuando tus hijos están en la calle y te suena el celular. Así que los invito a todos a empezar a darnos respuestas y esto es responsabilidad de todos y no hagan política con la desgracia de nosotros. Da asco ver a gente hablar de seguridad que no sabe ni de qué se trata. La policía está sin reserva moral para esta lucha, porque la política toda se encargó de destruirla, fomentando el amiguismo sin premiar a los que trabajan. Hay una frase que dice: “Para que el mal triunfe solo es necesario que los buenos no hagan nada”. Capaz que los que pensamos que son buenos son parte del mal. Solo nos queda rezar.
(*) Fue subjefe de la Bonaerense y concejal de Lanús