Eran las 17:06 del viernes último, cuando una vecina alcanzó a tomar esta fotografía. De la Partner blanca con una escalera en el techo, de la foto había descendido un tipo que retrocedió por la vereda de Margarita Weild al 1800, y se aplicó a romper las tapas de los medidores de luz, y a arrancar y cortar los cables con lo cual cuatro viviendas quedaron sin suministro eléctrico. Cuando la vecina le preguntó qué estaba haciendo, el tipo -unos 30 años, estatura mediana, ropa jogging- corrió a la camioneta y se hizo humo. Se efectuaron las denuncias correspondientes a Edesur y a la policía, y a la noche se produjo otro hecho inquietante. Eran eso de las 3:00 cuando desde una de las casa afectadas, los moradores advierten una Kangoo blanca con escalera en el techo y dos ocupantes, estacionada en la esquina, a metros de las vienviendas afectadas. Llamaron al 911, acudió un patrullero, identificó a los sospechosos que se presentaron como operadores de Edesur que asistían al reclamo. Pero: ¿si así era, por qué en lugar de estar estacionados durante un tiempo en la esquina, no acudieron -¡eran las tres de la madrugada!- al domicilio del reclamante? Pero las sorpresas no habían concluido: a la mañana del sábado los vecinos afectados advirtieron que los cables de los medidores, que habían sido reparados, fueron sido despojados de la cinta aisladora y el cobre estaba al aire.
Después se conoció el caso de una vecina dela misma cuadra que había sufrido un episodio similar hace tres semanas y lo mismo había sucedido a cuatro cuadras en Weild al 2200.
La policía, que cuenta con los datos de los que supuestamente venían en auxilio de madrugada, tiene que actuar ante la empresa.