De la exclusión social a la criminalización

por Lisandro Martinez*

¿Es la Argentina una Nación soberana? 

Multitud de circunstancias lo desmienten. Pero hay algo más: aún deberíamos plantearnos si es una Nación. Porque una Nación vive y se desarrolla en interés de sí misma y, desgraciadamente, no es el caso la nuestra. (Nuestra Patria vasalla. Historia del coloniaje argentino, Liborio Justo, Ed. Schapire 1968). 

  La historia de la conformación del distrito de Lanús y sus barrios es el resultado de una enérgica lucha de los sin techo, que obligaron a los especuladores a ceder terreno.  La tierra en manos de los especuladores y el tráfico de armas. El fundador del distrito Anacarsis Lanús fue un especulador con tierras adquiridas con los millonarios ingresos obtenidos entre él y Bartolomé Mitre -agente del imperialismo inglés- que abastecieron de armas a tres ejércitos: Argentina, Brasil y Uruguay, en la infame Guerra de la Triple Alianza 1865/1870. Allí los hombres  paraguayos fueron exterminados en un 90% (Amistad política y económica e/Anacarsis Lanús y Bartolomé Mitre openedition journals vol. 12 nº 1, 2022 enero/junio 2022”). Anacarsis aprovechó el ingreso económico por venta de armas apostando al  negocio en tierras y fundó en Lanús en 1871 un hipódromo: El circo de Santa Teresa, cuya pista de 2.200 metros iba desde Máximo Paz hasta avenida 25 de mayo, pasando por donde hoy está la municipalidad. El manejo de las carreras de caballos, el juego y los prostíbulos tuvieron todo un desarrollo económico. (www.eldiariosur.com 6/12/2021).  Alberto Barceló  colaboró con el sector apuestas desde 1899 hasta el cierre del hipódromo en 1904.   

 El régimen político a la salida de la dictadura y con la democracia consolidó  barrios de emergencia y villas carentes de urbanización y sin sistema cloacal en el GBA, donde la exclusión son las condiciones de vida diarias. La droga se naturalizó en las naciones

dependientes del capital yanqui a través de los pagos a los contras nicaragüenses hechos

por el gobierno de Reagan (www.elpais.com 17/9/1996). 

El 24/4/1978 en el Puerto de Rosario el comandante Eduardo Massera recibió un buque desde Bolivia con 200 kg. de cocaína de máxima pureza. (www.tiempoar.com.ar 24/4/2023). Entre finales de los ‘60 y principio de los ‘70 en el GBA hubo una marea de ocupaciones de terrenos ociosos por la población sin techo. La Iglesia Alemana entregó una donación a la Iglesia Argentina para hacer un censo e investigación del fenómeno en todo el país. El centro de Investigaciones Sociológicas de la Universidad Católica Argentina en el caso de Lanús concluyó que la población de ese distrito era de 449.800 habitantes y que 50.000, el 10% vivían en barrios carenciados y villas. En Villa Jardín había 16.802 personas, en Chingolo 8.000 y en el núcleo habitacional transitorio Los Ceibos no registraron cantidad. El libro Los hundidos. Evaluación de la población marginal, de José L. Imaz, ediciones La Bastilla 1974, es la coronación de esa investigación del GBA.  

  Los barrios fueron marginados de toda obra pública y el horizonte propuesto para la juventud que vive allí fue y es delinquir como salida. La falta de higiene impuesta por la carencia de agua y el excusado que manda y obliga a defecar en un agujero pestilente van marcando el termómetro del rencor. Ese escenario de brutalización sin salida permitió a la delincuencia de civil y su pata uniformada tener un batallón de soldaditos para la distribución de drogas y otros mandados. La oferta es siempre triplicar el delito sobre los propios vecinos del barrio. A eso se sumó que la propia Bonaerense pasó de ser la mejor policía del mundo a ser la maldita policía y uno de sus más renombrados jefes Pedro Klodczyk organizó un nomenclador delictivo por el que cada una de las 400 reparticiones a su cargo debían recaudar por prostitución, droga y otros delitos, una importante suma diaria y rendirla a caja central para luego redistribuirla. El comisario Klodczyk cuando fue separado de la policía tenía 144 propiedades, entre ellas una casa de dos plantas en Lanús y una bulorena en Camino General Belgrano. En ese escenario de campo de concentración a puertas abiertas los jóvenes de los barrios son presionados a delinquir. 54 años atrás Rodolfo Walsh anticipó la descomposición de los organismos de seguridad que aún continúa.  El gatillo alegre conlleva las manos en la lata. La historia lo verifica paso a paso desde entonces.   La llegada al gobierno de un elemento antisocial como Milei prueba el desplome del régimen político, que deja avanzar a un aventurero cuyo signo es la crueldad social contra los sectores más desprotegidos, una copia caricaturesca de Mussolini quien tiró tanto de la cuerda que terminó colgado junto a su mujer. La dolarización de Milei y su plan de destruir la salud pública a través de despidos y cierres de salas y consultorios que no darían réditos económicos sino pérdidas, igual que la ciencia vista desde un ángulo del egoísmo capitalista, es el campo más fértil para que la asistencia social en los barrios, como sucede en tantos otros países latinoamericanos, quede en manos de los carteles de la droga. 

   En estas condiciones y como no puede ser de otra forma en el GBA, Lanús está a la cabeza del robo de autos (www.la defensa 2/3/2024) y esto no sería una novedad ya que el régimen político terminó de podrir a la policía. Como frutilla del postre Kravetz quiso pasar por héroe de un hecho delictivo, sin embargo la víctima del robo de un auto, Gabriel Sandoval, el secretario del Concejo Deliberante de Lanús, no sólo lo desmintió sino que lo denunció por hacerle el aguante al delito en el distrito donde Kravetz fue jefe de seguridad. Según Kravetz, él y la poli de CABA encontraron el auto, pero Sandoval dijo que desde el principio hasta el final de la investigación y la restitución del vehículo actuó la Bonaerense y no la policía de CABA. Sandoval de remate señaló que los dirigentes del Pro “protegen a los delincuentes” (www.infonews5/2/2024).  

  Para trabajadores y obreros es necesario dotarnos de otro cuerpo de seguridad ciudadana que no esté manipulado por los politicastros de turno, que surja de la selección de los mejores vecinos dispuestos a obedecer las resoluciones de la asamblea barrial y ser monitoreados por ese organismo de dirección: 

1. Hay que desarmar el actual órgano de patrullaje de los barrios. 2. Convocar asambleas vecinales que seleccionen la conformación de un cuerpo de rondas en cada barrio de acuerdo a las manzanas que sean y que la asamblea funcione en forma soberana para probar y cambiar si fuera necesario los efectivos que hagan las rondas.“   3. El armar cuerpos que se profesionalicen significa un control popular que impida repetir los mismos errores de los últimos 50 años.

    (*) De Política Obrera