Increíble desidia de la provincia
Es impensable a primera lectura que el Hospital Evita de Lanús, uno de los nosocomios provinciales más importantes no tenga equipo de resonancia magnética, pero es así, no lo tiene. O mejor dicho -lo que empeora aún más la situación- lo tiene desde hace más de dos años, cuando lo entregaron con un acto de bombos y platillos, pero está arrumbado, porque ni el gobernador Axel Kiccillof ni el ministro de Salud Nicolás Kreplak, se han tomado el trabajo de mandarlo a instalar. Y fuentes del hospital -cuyo director es Javier Maroni- le juran a La Defensa que hay lugar destinado para su funcionamiento y profesionales aptos para manejarlo.