lunes, 15 de enero de 2024

Milei: con la traición dentro del rancho


por Omar Dalponte* 

omardalponte@gmail.com

Con la llegada de la derecha recalcitrante al gobierno de nuestro país comenzamos a vivir una tragedia. Diferente a otras sufridas en el pasado. Pero no menos grave que las hasta ahora conocidas. Qué será de la Argentina  en adelante  depende de cómo nosotros, el pueblo, sepamos  pararnos frente a la catástrofe. Sabemos que, en las malas, si no sacamos nosotros las papas del fuego los que se dicen dirigentes no siempre están a la altura de las circunstancias. Hay excepciones, claro. Lo bueno es que, por ahora, nada nos impide conjeturar sobre el futuro ni  compartir algunas reflexiones con la intención de promover un debate en el terreno de las ideas que, creemos, en este momento de grandes padecimientos es tan necesario como el aire. Tampoco es ilógico imaginar que después de esta noche oscura y del revoleo de figuritas que ocurrirá durante gran parte  del proceso en curso, muchas de las cosas del presente seguramente cambiarán y  esos cambios pueden ser pacíficos o no. Es probable, y ojalá no sea así, que luego de semejante drama, haya que lamentar algunas muertes. Siempre que las derechas, por asalto o por elecciones se hicieron del poder político en nuestro país, el saldo fue trágico. Lo fue, por citar algunos momentos de nuestra historia, en tiempos  de Arturo Frondizi en 1962, también durante las dictaduras de 1966-1972  y del régimen genocida de 1976 a 1983. Lo mismo en épocas del menemismo y con la llamada Alianza que llevó a Fernando de la Rúa a la presidencia. Sobre lo que dejó el macrismo pasada su gestión de 2015 a 2019, podríamos confeccionar un extenso informe de desatinos. Ahora, esta versión de locura desenfrenada, mezclada con un cinismo nunca visto en nuestra política y sazonada con una colosal incapacidad para gobernar, no puede dar otro resultado que un fracaso estrepitoso con final desgraciado. Desde ya no se puede descartar que el actual titular del Poder Ejecutivo sea recordado como Milei el breve. Hay quienes piensan que su destino inmediato tal vez sea como el de LisTruss, la primera ministra del Reino Unido que  recibió duras críticas de parte de la sociedad civil y grupos ambientalistas  poco después de asumir. Su gestión duró un suspiro y  Lis Truss como primera ministra  quedó como la más corta de la historia de su país con solo 45 días en el cargo. Sucedió entre septiembre y octubre de 2022.

   Entre nosotros hay antecedentes no muy lejanos de insectos políticos de vida efímera. El radical

desteñido López Murphy, en marzo de 2001, duró apenas quince días como ministro de Economía. Salió expulsado del cargo repudiado por la gente. Un papelón mayúsculo de un tipo que pontifica a lo grande pero a la hora de los bifes no sirve ni para atender la mesa. Adolfo Rodríguez Saà supo ser un buen gobernador de la provincia de San Luis y ocupó importantes cargos legislativos en el Parlamento Nacional. En el revoltijo de 2001 salió a la arena con escudo y lanza para quedarse con la presidencia de la Nación. Con banda y bastón ejerció la función desde el 23 hasta el 30 de diciembre de aquel año. Apenas siete días. Lo sacaron con un soplido.

   Es difícil encontrar, recorriendo la historia de nuestro país,  un gobierno que haya tenido el alto nivel de incapacidad, improvisación y cinismo como tiene el actual. Javier Milei quien según sus propias palabras tiene como interlocutores a sus perros muertos, es alguien que por sus expresiones y sus hechos significa un agravio a nuestra historia y una irrespetuosidad a la investidura presidencial. Alguna vez tuvimos a un Macri y  con aquel personaje casi atravesamos las puertas del infierno. Por suerte zafamos en 2019. Pero si el actual gobierno continúa, cosa que esperamos no suceda,  vamos derecho a las fosas de las Marianas. Milei es un actor de reparto a quien, los que mueven las palancas del poder real, eligieron para un rol protagónico. Tal vez, lo escogieron como verdugo para que  cumpla una primera etapa con total ferocidad y luego, decapitarlo  e instalar en su lugar a alguien con mejor preparación para terminar  el remate del país, reivindicar a los genocidas y terminar para siempre con las posibilidades de progreso en clave nacional. Se estará preparando el camino para el ascenso de ¿Victoria Villarruel? Algunos aseguran que la vicepresidenta, como en el juego del Monte criollo, es la carta que está en puerta, en este caso,  a disposición de las clases dominantes. Otro dato a tener en cuenta : Muy pocas veces hemos visto y escuchado tantas y tan severas críticas de parte de importantes medios informativos extranjeros hacia un gobierno argentino. Desde  prestigiosos espacios de la prensa internacional abundan editoriales señalando la peligrosidad y los disparates de estos sujetos que componen el elenco gubernamental. Según algunos correveidiles que transitan pasillos oficiales, la repercusión de tales críticas suelen producir a Milei y sus muy allegados, frecuentes ataques de nervios. Es fácil imaginar la reacción de ciertos desaforados  frente a opiniones adversas.

  De acuerdo a fuentes que suelen tener acceso a charlas de pasillo, otra de las versiones que circulan en el Congreso, Casa de Gobierno y ciertos mentideros políticos es que, en las cercanías del Poder Ejecutivo, hay un clima de desconfianza muy marcado respecto a los movimientos de la vicepresidenta. ¿Soplan vientos que traen olor a conspiración y traición?. No siempre los vicepresidentes, en la Argentina, se han destacado por su lealtad. ¿Recordamos a Julio Cleto Cobos? El tiempo dará respuestas.

Y por casa cómo andamos? Felizmente, a pocos días de haber asumido Milei y los suyos comenzó la resistencia popular de la manera que todos vimos. Sin conducción ni liderazgos. Pero efectiva por la cantidad de resistentes en calles y plazas. En los días posteriores y con ganas de pasar a la ofensiva en oposición a decretos y proyectos de ley que atentan contra la paz y la seguridad de los argentinos arrasando toda posibilidad de bienestar, diferentes sectores de lo que denominamos el campo popular comenzaron a acordar formas de organización para encarar el vendaval desatado. Históricamente las tragedias han permitido la unidad de nuestro pueblo y proporcionado fuerzas a las luchas populares. Pero también es cierto que nunca han faltado bueyes corneta que en lugar de tirar parejo hacen más difíciles las cosas.

  Cada vez que el peronismo tiene posibilidades de recomponerse y dar un salto de calidad, no faltan los idiotas y los malintencionados que por estupidez o maldad hacen cosas para dividir. Siempre fracasan. Pero siempre, al final, perjudican.

   Antes pasó cuando hubo entusiasmos, por ejemplo, con Randazzo contra Scioli. Recientemente tratando de hallar opciones contra Massa. Ahora apuntan contra el PJ montándose en la figura de Axel Kicillof con la pretensión de enfrentarlo con Máximo Kirchner.

   Hay que desbaratar esta absurda pretensión. En esta nueva etapa en que se intenta pasar de la resistencia a la contraofensiva ha surgido la idea de constituir organizaciones multisectoriales para dar batalla al neoliberalismo feroz y ya, en distintos puntos del país, principalmente en la provincia de Buenos Aires, se van conformado estos agrupamientos con la participación de distintos sectores populares. Entonces, algunas mentes afiebradas que dicen estar junto a nosotros, meten púa desparramando falsedades. Fabulan con que tales organizaciones serían lideradas por el gobernador Kicillof para confrontar con el Partido Justicialista que en la provincia de Buenos Aires conduce el compañero Máximo Kirchner. Una locura cargada de malicia.

   Bienvenidas las multisectoriales. Pero con todos adentro. Estas son construcciones para la unidad. No para la división. Como decía el General, estemos atentos y vigilantes. Axel y Máximo deben marchar unidos para la reorganización del peronismo que viene y que debe cumplir con la misión histórica de ser el eje del movimiento nacional a construirse como gran expresión de lucha para la  definitiva liberación de la Patria.

   Que nadie crea que el peronismo es un coto de caza para diversión de los delirantes, cagatintas o antiperonistas solapados.

  Ante cualquier intento divisionista o aventura rupturista,  es necesario oponer firmeza en la construcción  de unidad contra el macrismo y sus sirvientes encabezados por Milei, Villarruel y compañía. Derrotarlos es una obligación patriótica. 

   (*) De Iniciativa Socialista