Al devolverle el caballo (foto) al carrero como así lo hizo el secretario municipal de Derechos Humanos, David Ariza, no sólo incumplió una ordenanza que prohíbe la tracción equina en Lanús; también deshizo las decisiones de un fiscal y de un comisario que habían puesto al animal a resguardo, y no le importó el diagnóstico de un veterinario de Zoonosis que había comprobado el maltrato que sufre el animal. Ni hablar de su sentimiento para con el caballito en cuestión. Cuando el animal estaba a punto de ser entregado a una asociación proteccionista, como se recodará, intervino Ariza, quien a instancias del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) impidió que esa orden se cumpliera y después aprovechando la actitud sumisa de una serie de “autoridades”, logró que se restituyera el sufrido caballito al inhumano carrero que lo explota malamente. Lanús ha retrocedido: Ya no es más un distrito amigo de quienes ayudaron a hacer la patria. Y hablando de sumisión: ¿Tendrán algo para decir los concejales “opositores” de Pro, UCR y LLA?