por Lisandro Martinez*
Entre 1862 y 1865 las inversiones de los ingleses fueron pequeñas y con dinero del estado sometido montaron los ferrocarriles. El del Oeste desde 1870 fue concesionado y fue “un tranvía” restringido a pocos kilómetros. Con la sanción de la Ley Mitre, que se basaba en la explotación de empresas de capital inglés, la regulación y el control del gobierno nacional sobre los trenes no existía y la eximición de derechos aduaneros para la importación de los materiales necesarios en construcciones y explotación ferroviarias era moneda corriente. Los ingleses estaban eximidos de todos los impuestos federales, provinciales y municipales. El tesoro nacional estaba subordinado a los poderes extranjeros como hoy el gobierno de Milei. La organización obrera denunció los abusos de las empresas y reclamó mejores condiciones de trabajo. En 1887, maquinistas y foguistas se nuclearon en el sindicato La Fraternidad. La entidad adoptó la negociación y petición a las autoridades, considerando la huelga un último recurso. Aunque declaró su prescindencia política, muchos de sus dirigentes eran del Partido Socialista, esto condicionó sus formas de lucha. La Fraternidad se caracterizó por una estructura centralizada y vertical, con escasa apertura hacia otros ferroviarios. Los “socios” aumentaron y en 1914 eran 9.500, 45% entre maquinistas y foguistas. Otros ferroviarios que no ingresaron a La Fraternidad se sindicalizaron en 1912 en la Federación Obrera Ferrocarrilera (FOF) - personal de tráfico, talleres, vía y obras-. La autonomía favoreció a seccionales del interior, y en sus estatutos de 1915, la consigna era “Control obrero del ferrocarril”. La FOF se afilió a la FORA IX Congreso (sindicalistas revolucionarios).
Los ferroviarios y la jubilación
E1904 se sanciona la Ley 4349, que crea la Caja Nacional de jubilaciones y Pensiones. Como beneficios extrasalariales, algunas empresas destinaban fondos al retiro de sus trabajadores. En general
monedas. En 1912, el gremio ferroviario reclamó “una caja de pensiones y retiros, por parte de las
Un gran paso al frente
Tras la huelga de enero, el 3/7/1912, el gobierno presentó un proyecto jubilatorio, para incorporar ferroviarios de las empresas inglesas a la Caja Nacional de Jubilaciones estatales. El artículo 18 asignaba la jubilación a empleados con 55 años de edad y 30 de servicio (una historia complicada). El proyecto, pretendía que los ferroviarios accedieran al derecho jubilatorio cumpliendo 25 años de servicios continuos e incluía personal de dirección ferroviaria con sueldos mayores de $1000 m/n. La conquista jubilatoria en Argentina no fue una graciosa concesión de gobierno: la conquistó una dirección combativa, de asambleas, planes de lucha y una base obrera que derrotó al poder oligárquico a inicios del siglo XX.
La huelga de maquinistas y foguistas se recalentó a comienzos de 1912. Y los antepasados de Milei temblando decidieron evitar huelgas y paros que amenazaran el saqueo de la agro exportación inglesa. La ley 9653 combinó objetivos de protección social con un decálogo represivo, votado por el Senado contra obreros que pararan los ferrocarriles.
La combatividad y no la franela sentó la jurisprudencia obrera
A principio del siglo XX por la lucha se conquistaron 15 leyes de protección al trabajador: Contratos colectivos de trabajo; jubilaciones; ley de alquileres; prohibición de embargos de sueldos; jubilaciones o pensiones; salarios mínimos; obligación de pago salarial en moneda nacional; jornada de 8 horas; prohibición de emplear menores de 14 años; abolición del trabajo a destajo; descanso dominical; limitación del trabajo nocturno; salario mínimo con base oro; igual salario por igual trabajo de hombres y mujeres; leyes de responsabilidad patronal por accidentes de trabajo; pago de pensiones y subsidios a obreros ancianos y/o inválidos del trabajo.
Un gran triunfo
En el siglo XX senadores y diputados desde 1915 debatieron con un fondo social de huelgas y luchas. La ley 9653 creó la Caja de Jubilaciones Ferroviarias que parió una de las primeras políticas de seguridad social en Argentina a inicio del siglo XX apoyada en movilizaciones y huelgas. A comienzos de 1923 el Congreso Nacional creó una comisión que proyectó una ley orgánica de seguro nacional. El debate fue breve y a fines de ese año se sancionó el proyecto enviado por el PEN. El texto era extenso y general dirigido a crear Cajas de Previsión Social y jubilación para trabajadores mercantiles, industriales, periodistas y artes gráficas y de la marina mercante. En siglo XXI la burocracia sindical de la CGT y de los gremios del riel abandonaron cualquier medida de lucha y se disponen a rifar las jubilaciones y toda conquista que provenga de aquella practica combativa del siglo XIX y XX.
Vergüenza ajena: hay que superar a esta banda
1. La CGT hizo un acto relámpago en Tribunales allí movilizó menos de 30 minutos en la plazoleta. Esto indica su voluntaria desaparición física del escenario de las luchas obreras y sociales.
2. La burocracia de la CGT por primera vez en 150 años de la lucha de clases de nuestro país le pide permiso de rodillas a una funcionaria del sionismo (Bullrich) para movilizarse. Un hecho inédito de auto sometimiento de una gavilla de entregadores que hace rato abandono toda independencia de clase frente al estado y las patronales.
3 Manuel Adorni un twitero que “trae y lleva”, invocando un pelotón de alcahuetes pagos que inflan globos, informó que se recibieron 20.000 llamadas a la línea 134, de las cuales 1.500 "aportaron datos relevantes de extorsionadores" para participar de la movilización convocada para hoy por la CGT a Tribunales, en rechazo al DNU” www.elcronista 27/12/2023)
4. El ministro de Seguridad de CABA, señaló: “Fue satisfactorio destacar que la CGT cumplió con el permiso pedido: media hora para desplazarse por la plaza de Tribunales” (www. Infobae.com.ar 27/12/2023)
5. Patricia Bulrich -agente de los servicios secretos de la Mossad- que opera en el gabinete de ministros- celebró el pedido de la CGT a las autoridades de CABA y destacó que presentaron un seguro de $10 millones.
(*) De Política Obrera