por Omar Dalponte*
Tuve el honor de presentar, junto a la doctora Graciela Novoa Gaebeler -bisnieta de quien el 20 de octubre de 1888 fundara la Villa General Paz, hoy el centro comercial más importante de Lanús este- una nota dirigida al presidente del Concejo Deliberante, Agustín Balladares y a los demás miembros de ese cuerpo legislativo, solicitando se denomine con el nombre de don Guillermo Gaebeler, al sector infantil de la Plaza Sarmiento. En la nota de referencia expresamos lo siguiente: “En nuestro carácter de vecinos, amigos y representantes de Instituciones, nucleados en la Comisión Permanente de Homenaje a Don Guillermo Felipe Gaebeler, fundador de Lanús, nos dirigimos respetuosamente a usted a los efectos de presentar nuestra inquietud de que el sector infantil, recientemente remodelado, de la Plaza "Domingo Faustino Sarmiento", lleve su nombre. Cabe destacar que dicha plaza fue erigida en un predio que Gaebeler donara a tal efecto. Si bien son obvios los motivos que justifican tal merecimiento, nos permitimos hacerle llegar a usted y a los demás miembros del Honorable Concejo Deliberante, documentación histórica que avala tal pedido, y ponemos a su disposición todo aquello que considere pertinente”.
Para mejor proveer y con el sano deseo de que los señores concejales de Lanús conozcan datos ciertos y valiosos de nuestro pasado, acompañamos a la nota de pedido la fundamentación histórica correspondiente cuyo texto transcribo totalmente: “La historia de la Plaza Sarmiento está indisolublemente ligada a la de don Guillermo Felipe Gaebeler y a la fundación de la Villa General Paz ocurrida el 20 de octubre de 1888. Cuando el fundador de Lanús adquirió a don Martín Duhalde las 46
hectáreas para su diseño, dispuso que la manzana limitada por las actuales calles 9 de Julio, General. Ferré, Héctor Guidi e Ituzaingó, se constituyera en el centro social y de esparcimiento de la futura villa. Así fue desde sus inicios. Una de sus primeras acciones fue diseñar el arbolado de la plaza, según relata el hermoso poema Los eucaliptus de Alfonso Alcaide. La Plaza General Paz, como la denominó originalmente Don Guillermo, fue testigo del crecimiento de la villa, ya desde la fiesta inaugural el 20 de octubre de 1888 donde, luego de la colocación de la piedra fundamental en la esquina de Ayohuma y Paunero -actualmernte 9 de Julio y Gaebeler- se llevó a cabo una celebración con bandas, asadores y bombas de estruendo, con ilustres visitantes de la ciudad de Buenos Aires, ya que eran pocos los residentes locales en ese tiempo. La fecha del 20 de octubre es considerada la fecha de fundación de Lanús y a don Guillermo Gaebeler su fundador.La Plaza Sarmiento fue, tradicionalmente, epicentro de las memorables celebraciones de las fiestas patrias y del aniversario de la fundación del pueblo. El monumento que honra la memoria de Gaebeler, ubicado en la plaza sobre la calle 9 de Julio, ha sido permanentemente vandalizado y sustraídas las placas que, en su homenaje, habían colocado hace tiempo el municipio e instituciones prestigiosas de la comunidad. Hace ya varios años, lamentablemente, que ha dejado de realizarse, como se hacía regularmente los días 20 de octubre, el homenaje al fundador y a los pioneros. Si bien Guillermo Gaebeler, en su reconocida humildad nunca puso su nombre a institución alguna (de las muchas que fundara y/o dirigiera, y menos aún a la plaza), será un justo reconocimiento a su memoria que el sector infantil de la Plaza Domingo Faustino Sarmiento lleve su nombre. La educación, contención y cuidado de los niños de las familias que se radicaban en estas tierras fueron una preocupación primordial para Gaebeler. En el ámbito de la Sociedad de Fomento de la Villa General Paz y Villa Obrera, que él fundara y dirigiera organizó la famosa Escuelita del Fomento, que sostuvo económicamente de su peculio durante 10 años, hasta que fueron suficientes los recursos educativos en la zona.
“Un dato anecdótico: Preocupado por la nutrición de los chicos, Gaebeler dispuso que dos vacas, la Aurora y la Balbina, estuvieran destinadas a tal fin. Otro bello poema de Alfonso Alcaide habla de ello. Nombrar el área de juego de niños con el nombre de don Guillermo Gaebeler, será, seguramente, el homenaje más justo a este verdadero patriarca, merecedor del reconocimiento por su entrega y generosidad a este pueblo, que fue su sueño y el propósito de su vida”.
(*) De la Comisión Permanente de Homenaje a don Guillermo Gaebeler