por Lisandro Martinez*
En diciembre de 2015 Macri nombró a Marcelo Orfila como presidente de “Trenes Argentinos Operaciones”, denominación que reemplaza a Ferrocarriles Argentinos; el cambio de identidad no fue ingenuo sino parte de los preparativos expropiatorios de tierras de Ferrocarriles Argentinos, su remate y el achicamiento de la plantilla de personal ferroviario. Orfila es un probado desguazador que fue gerente general de Alpargatas entre 1994 y 1997, donde se retiró en medio de despidos masivos. Entre 2000 y 2007 fue director de Aeropuertos Argentina 2000 primero con la Alianza y luego con Kirchner. De 2011 a 2014 estuvo a cargo de la agencia inmobiliaria Grupo Monarca. Ahora en noviembre de 2023 el funcionario macrista Orfila les señaló a los gremios del riel cómo será la privatización de los trenes y lo divulgó en todas las líneas. “Se confirma que la empresa Trenes Argentinos tal como la conocemos en sus tres formas (Sosfe: Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado, Adif: Administración de Infraestructuras Ferroviarias, Trenes Argentinos Capital Humano: Desarrollo y transferencia del conocimiento y cultura ferroviaria en los recursos humanos), dejará de existir y se va a fusionar en una sola empresa para facilitar su privatización”, dice. Y “el esquema que se viene” dijo Orfila anticipa que en trenes de carga se va a una concesión integral y si por las necesidades operativas circulan otras empresas que no sean la concesionarias por esas vías pagaran un canon. El área metropolitana va a
seguir funcionando”.Y “después de las vacaciones el servicio de larga distancia Tucumán, Córdoba,Rosario, etcétera, se suspenderá y sólo volverá si cada provincia lo sostiene económicamente”.En el cuadro de la inteligencia humana se entiende que los costos sólo se pueden solventar como se hace en todo el mundo capitalista con ayuda del estado. Con los latiguillos ya sabidos los mismos que se enriquecieron con los negociados ferroviarios ahora, ante el advenimiento del gobierno Macri/Milei, se disponen a rendirse ante los privatizadores que vienen a hacer el negocio, primero del desguace y segundo del rearmado con despidos masivos como ya lo hiciera la administración Macri/Orfila en 2015 cuando despidió 5.235 compañeros que no fueron defendidos por los sindicatos.
Mientras parte de la patronal actual abandonara el barco, los 4 sindicatos pidieron aclaraciones y la patronal señaló que se privatizan los servicios echándole la culpa a los que votaron por Milei: “La gente votó el ajuste y el ajuste es lo que se hace”. Desde 1958 el imperialismo trató de imponer planes de privatización al ferrocarril y a otras empresas públicas. Cada paso en ese sentido provocó luchas obreras ejemplares, como en 1961 cuando fue derrotado el Plan Larkin. En 1989 el menemismo y Pedraza llevaron adelante la privatización de los trenes que terminó con un tendal de despidos mediante retiros voluntarios, el desguace de los talleres produjo negocios chatarreros millonarios explotados por los empresarios capitalistas amigos del gobierno de turno.
Ahora en 2023 una vez más la dirección patronal del ferrocarril dilapidó el varias veces millonario capital social que tuvo a su cuidado por ser los ferrocarriles abastecidos por el presupuesto estatal. En este último fracaso del empresariado nacionalista burgués se destaca el despilfarro millonario que fue custodiado por la mismísima dirección sindical verde. Los macristas aspiran tener trenes e infraestructura en buenas condiciones para entregarlas a manos de sus amigos privatizadores y como esos empresarios nunca hicieron ni harán la manutención necesaria que garantice el buen funcionamiento es lógico que vuelvan a provocar accidentes mortales y cuando vías y maquinarias estén exhaustas le reclamarán al estado su renovación.
Los 4 gremios del riel (UF, La fraternidad, Señaleros y APDFA), ante el anuncio que recibieron a partir del 22/11/2023 sobre la privatización que va a ser acompañada por despidos, no ha convocado a asambleas por sección ni asamblea general para votar un plan de lucha y resistencia. Esta inercia pone en riesgo el sostén económico de más de 5 millones de familiares que dependen del sustento mensual del trabajo de los obreros ferroviarios.
Queda en manos de los trabajadores convocar a asambleas por sector que voten: 1. El pliego de reivindicaciones insatisfechas. 2. El plan de lucha con medidas escalonadas. 3. Convocar al público usuario a poner en pie Comisiones para defender el transporte ferroviario. 4. Nacionalizar los ferrocarriles bajo gestión de trabajadores y usuarios.
(*) De Política Obrera. El artículo fue escrito con la colaboración de Omar Merino ferroviario del Roca