por Aurelio Nicolella*
Qué haremos y qué deberíamos hacer los radicales lanusenses y también los nacionales en este momento tan crucial que vive nuestro país. Primero debería haber autocrítica de parte de la cúpula dirigencial -que a la fecha como el avestruz ha escondido la cabeza- de por qué habernos aliado y pertenecido a una alianza que fue como una “sanguijuela” que fue absorbiendo la sangre del partido, hasta dejarnos como lo estamos hoy los radicales “anémicos”. Segundo punto, esa alianza ya no existe más es imposible recomponerla, es un matrimonio que hasta sentencia de divorcio del juez tiene, falta anotar la dicha disolución en el registro civil. Tercer punto, entender, que contemplar, o quedarse neutro es permanecer completamente ajenos a la situación planteada en la política nacional, como se pretende. Nos obligaría a ser meras personas de tránsito sin sensibilidad a lo que vendrá en el país, cuando deberíamos ser fiscales para aventuras que contradecerían principios republicanos. Ese “no te metas” nos costó muchas vidas incluida la de muchos correligionarios, palabra esta que a muchos de nuestros dirigentes le da vergüenza decirla. Pero le hago saber que: “A los tibios Dios lo vomita”.
Todos sabemos -solo nuestros dirigentes no lo saben o vaya a saber por qué motivo no lo dicen- que el voto radical es el que decidirá en el balotaje al nuevo presidente de la nación. Pero tan cerrados tenemos los ojos los radicales, que no queremos ver que Mauricio Macri que apoya al candidato libertario, que en caso contrario no tendría más remedio que marchar al exilio junto con su pasaporte itálico ya que el sólo hecho de que “Pepín" Rodríguez Simón sea extraditado a la Argentina le hace la vida imprevisible al primogénito de Franco Macri, quien sabe que la cárcel puede ser su nuevo domicilio real. Por eso es
que presionó a Patricia Bullrich a que se decidiera a apoyar a Milei en el balotaje, apurándola de que la causa Maldonado se le puede revertir y con ello también ir a la prisión. Encima asustándola de que la causa de ella podría ser tomada en un futuro como de lesa humanidad, imprescriptible, y podría reabrirse y de que ganar Massa se reactivaría, o profundizarse la denuncia por compras de sistemas de seguridad a sobrecosto en su gestión al frente del ministerio de seguridad, entre otras denuncias que pululan en ámbitos jurídicos. Entonces no es esa tontería de que le pidió YPF o Vaca Muerta al libertario para su apoyo. Es mucho más serio, se trata de su libertad.Lo cierto es que los dirigentes partidarios del radicalismo deben condicionar un apoyo abiertamente a un candidato de los dos, exigiendo puntos de coincidencias para dicho apoyo, no dejando ver como horizonte el bien común de la sociedad. Evidentemente quien mejor está posicionado para ello es el candidato peronista, quién dio un gesto de apertura, es cierto que un político en campaña te promete cualquier cosa, bueno ahí es donde debe estar la dirigencia del partido para acordar que se cumpla. Es sabido que la mayoría de los radicales irán a votar el 19 de noviembre y que la mayoría votará por el candidato justicialista porque la otra opción es nefasta y contradice los principios de nuestro partido.
Ahora sabiendo que los nuestros irán a votar en el balotaje, sabiendo que la mayoría lo hará pensando que lo que hay enfrente es perjudicial para el país y el partido, porque es un enemigo “declarado” que odia al radicalismo, no entraré en consideraciones, pero entre otras cosas, permítame solamente decir que ese candidato usaba como terapia “pegarle a un muñeco con la cara de Raúl Alfonsín”. Sería hasta suicida votar a semejante personaje que llamó "inútiles" a los radicales y tildó a Yrigoyen de "populista".
En cuanto a “massismo” se debe reconocer que no es kirchnerista, se maneja libremente de la falda de Cristina aunque forma parte de su gobierno. Por eso es llamativo que se pretenda enrolar la campaña electoral de Milei, sobre el “antikirnerismo”. La gente del llano sabe que Massa no es igual a Cristina. Otra circunstancia que no quiero dejar pasar es el hecho del escueto comunicado del presidente del comité radical de nuestro distrito. No está fundamentado. A los afiliados y a los simpatizantes se nos debe informar por qué en la región se toma esa decisión, se olvidaron que el radicalismo no es un partido verticalista, es un partido clasista desde sus orígenes donde todas las clases sociales tienen voz.
Y quiero terminar esta nota con las frase que en su momento supo ser el lema de los radicales en la Revolución del Parque: “La finalidad de un partido político como el nuestro es la de proteger los derechos naturales e inalienables de los ciudadanos, como el derecho a la libertad, al trabajo digno, a la educación, a la salud, a la elección de autoridades, la seguridad de vivir en paz y a la resistencia a la tiranía.”
(*) Abogado y militante radical