por Nora Leal Marchena*
La Salud Mental es parte de la Salud Pública y abarca todos los entornos en que se expresa la comunidad.
La salud mental es fundamental para vivir una vida plena y satisfactoria y es esencial para el desarrollo y crecimiento personal. Nos permite enfrentar desafíos, tomar decisiones y mantener relaciones saludables.
Debe hacerse a nivel preventivo en las instituciones de la comunidad apoyando a las familias y capacitando padres, docentes y agentes de salud con una legislación acorde y recursos suficientes.
No hay Salud sin Salud Mental y para sostener una buena salud deben implementarse políticas públicas acordes. Hay que trabajar en todas las instancias, tanto en Salud Mental comunitaria como en dispositivos terapéuticos que deben ser variados y satisfacer la demanda: Consultorios externos, guardias de psiquiatras en todos los hospitales, camas en salas de internación adecuadas a la especialidad, dispositivos intermedios como hospital de día, casas de Medio Camino, y lugares adaptados para pacientes crónicos que permitan la socialización y la integración a la comunidad. Debe haber ambulancias psiquiátricas que puedan llegar en tiempo y forma cuando las familias se ven con una urgencia. Debe incluir especialmente grupos vulnerables como niños, ancianos, discapacitados, y consumos problemáticos.
En los últimos años el aumento del consumo de psicotóxicos donde se producen actuaciones violentas agrava la situación y hace necesarios la existencia de lugares de guardia especializados. Actualmente la demanda es altamente escasa y centralizada, pasan meses hasta que se consigue un turno para atenderse, no se consiguen camas especializadas donde internar a los pacientes graves lo que ha causado situaciones que son de dominio público y llegan a los medios cuando se producen muertes. Cuando los pacientes tienen el alta y no pueden ir con su familia no hay lugares intermedios donde derivarlos lo que a veces produce hospitalizaciones prolongadas más de lo necesario.
Trabajar en favor de la Salud Mental contribuye a una sociedad más fuerte y cohesionada, ya que los individuos mentalmente saludables son más propensos a participar de manera positiva en sus comunidades.
(*) Médica psiquiatra; médica psiquiatra infanto Juvenil. Ex presidenta de la Asociación Argentina de Psiquiatría Infanto Juvenil; secretaria de la Alianza Iberoamericana de Psiquiatría Infanto Juvenil.