por Salvador Baratta*
El viernes pasado la candidata a gobernadora Carolina Piparo, dio a conocer que en caso de ser electa me honraba con la designación como ministro de Seguridad. El ofrecimiento me fue realizado el día sábado 16, que esto fue analizado por compañeros de la fuerza y resolví aceptar dicho cargo. El día martes 19 le informe a Diego Kravetz mi decisión, quién entendió y dijo alegrarse por el reconocimiento, y que si bien esto me alejaba de su espacio lo entendía. De mi parte no tengo más que palabras de agradecimiento para él, habiendo demostrado ser un hombre íntegro no tratando de chicanearme con palabras para que me arrepienta. Con Kravetz nos une una gran relación y ojalá algún día y en otras circunstancias nos podamos cruzar para trabajar juntos, pues lo sigo considerando un gran candidato para conducir el destino de nuestra amada Lanús.
Se entiende que ante las listas firmadas yo podría haber especulado en lo personal y quedarme a ver qué pasaba en la elección -pues Carolina Píparo sumados los votos Pro quedó tercera en las PASO aunque en el voto personal se ubicó segunda- cosa que descarté de plano pues me pareció carente de toda ética. Las razones que me llevaron a aceptar son muy simples: el reconocimiento a la familia policial pues el ofrecimiento no es al hombre o al apellido sino que es institucional. Los archivos periodísticos son categóricos, siempre dejé claro que sí trabajo en un espacio político es para dar lo mejor de mí y eso es la seguridad. Desde mi banca de concejal hubiera tratado de poner mi grano de arena, pero desde el ministerio creo que es mucho mejor lo que se puede hacer por la seguridad de los bonaerenses. Ese es el centro operativo del combate contra la delincuencia. Esto también abre las puertas a futuro para que otros políticos entiendan que los policías somos los verdaderos profesionales, los que sufrimos esa lucha, los que pagamos consecuencias con sangre y cárcel. La mayoría de los políticos nos tratan como ignorantes, importándoles poco nuestras opiniones y hacen abuso porque somos una fuerza disciplinada. La Libertad Avanza nos dio la posibilidad de hacernos sentir ciudadanos de primera y sentarnos en la mesa de trabajo. Vuelvo a repetir: hay muchos buenos policías seguramente más capaces, pero Dios sabe por qué la señora Carolina Piparo me eligió y si fuera electa dejaremos la piel en la guerra contra el delito, porque ya tuve el honor de conducir como subjefe esta fuerza, y sé del sacrificio de sus hombres y mujeres. Sólo falta que sientan que de verdad somos tenidos en cuenta y eso es lo que hizo la Libertad Avanza, nos empezó a devolver el honor de estar orgullosos de ser policías. Dios bendiga a los bonaerenses y honor y gloria a nuestros caidos.
(*) Ex subjefe de policía, ex concejal