Eran casi las 11.30 de ayer cuando una madre estaciona su auto correctamente sobre 9 de Julio al 1700, casi frente a la remisería El Grana. Entonces se le acerca un hombre de esa remisería, le golpea el vidrio diciéndole que ahí no podía estacionar. Sic: “¡Salí de acá boba!”, la increpó. La mujer, con su hija chiquita a bordo del auto no le hizo caso. Saco a su nena para llevarla al colegio -aledaño a la remisería- bajo un ataque de nervios porque el individuo le seguia gritando. La directora del Colegio Laussane la contuvo y llamó a la policia. Y ahora otro ridículo urbano: ¡5 patrulleros llegaron para esta discusión entre conductores! El remisero a pesar del despliegue se negaba ir a declarar.
Desde enfrente, un jubilado en la puerta del banco Supervielle les gritaba: "¡Y después dicen que no tienen patrulleros para combatir a los chorros!"
