sábado, 5 de agosto de 2023

Lanús: La seguridad en quiebra y ningún concejal se atreve a opinar


por Lisandro Martinez*

Masiello, en La Defensa digital, en su artículo del 1/8/2023 titulado: “¿Se viene una guerra de barras en Lanús?”, echa luz y abre un debate para todos los que habitamos el distrito: ¿En manos de quién está la seguridad en Lanús? Y señala: “Para muchos el tiroteo del domingo en Plaza Sarmiento -que dejó mucha sangre tras de sí- es el prólogo de una guerra preanunciada entre los grupos de Villa Sapito y Los Ceibos que se disputan el dominio de la hinchada granate”. 

        También cuenta que la tribuna granate está dominada por punteros de Villa Sapito quienes "deportaron" a los chingolenses, aún con su líder el “Fanfi” Goncebate preso desde 2018 por un crimen. “Fanfi -continúa la nota- está por salir de prisión y en un audio convoca a ir a la comisaría: «Tienen que estar todos ahí, boludo, los pibes pusieron la cara por todos, hasta a mi hijo tengo en cana», dice”. El tiroteo fue el 30/7 a pleno sol en una plaza y a metros de la calesita, con lo que la posibilidad de muertos ajenos estuvo ahí.

        Goncebate es el puntero que controlaba, mandatado por Grindetti/Kravetz (G/K),  las cooperativas de trabajo con mano de hierro. Como la impunidad del Fanfi está garantizada por G/K, es lógico que el puntero en libertad vuelva a ser “el trompa” de las cooperativas manipuladas por G/K. El manoseo de la intendencia sobre el presupuesto de los planes de empleo, acompaña la dominación de barrios y zonas enteras de Lanús.  

        Como parte “del acuerdo”, la mujer del Fanfi está al frente de la Cooperativa 19 y un hijo del preso -ahora preso también- cumple un papel organizador.

       Masiello publica una foto que es un documento de la campaña política de la intendencia donde se ve a la señora Goncebate y al secretario de Vigilancia, Carlos Ganduglia, impartiendo instrucciones para la campaña de “Kravetz intendente” a un grupo de chicas

cuyo trabajo es de limpieza en calles de Lanús. Otras fuerzas políticas denunciaron que
individuos vestidos de municipales destruyen el material de propaganda de la oposición, mostrando la baja calidad de la democracia que auspicia el dúo Kravetz/Grindetti.

        La bandera de la seguridad en cada metro cuadrado de Lanús que Grindetti invoca es una ridícula campaña de un mal imitador del rengo Chester, el ayudante del “señor Dillon” de la serie La ley del revólver, con pilchas de estilo pero con pistolas de cebitas (foto).

        G/K desde su llegada se rodearon de punteros “amigos” en los barrios de Lanús. La mayoría con antecedentes policiales y prontuarios, llevan adelante la tarea garantizando una “paz” social impuesta por marginales que se transita bajo la inestabilidad, ya que “los garantistas de esa paz” no abandonan sus “negocios” teniendo alguna que otra actividad ilegal y participando de las obras públicas.

Reyes, piratas, intendentes y punteros

        El modelo de la seguridad compartida con delincuentes fue pautada –hace 6 siglos- entre reinos europeos y piratas dedicados a saquear en alta mar. Los corsarios abordaban los barcos con permiso de las coronas de Inglaterra, Francia y Holanda. Los corsarios saqueaban barcos enemigos y repartían 50 y 50 con la Corona. Era un acuerdo mafioso. Algunos periodistas de policiales, como Ricardo Ragendorfer, aseguran que el acuerdo delictivo sigue vivo en el conurbano bonaerense, incluyendo el contexto de “pacificación de los barrios” colocados bajo la doble vigilancia del delito y la ley.

        K/G dicen: “Nuestra prioridad es tu seguridad” y señalan: “El gobierno nacional retiró la Gendarmería de Lanús. La PBA después de reclamar por más de 1 año, envió 20 móviles para la policía bonaerense cuando sólo teníamos 9 para dar seguridad a 500 mil vecinos” (La Nación 17/7/2023). Esta victimización atribuida al PJ la dramatizan de 10, pero la realidad es la malversación de datos y de fondos.

        Kravetz y Grindetti confiesan: “Nuestro objetivo principal fue siempre lograr el control territorial, manteniendo un esquema de seguridad paralelo al de la policía de PBA”, y continúan: “Cabe destacar que ese logro no fue sencillo ya que teníamos gran desventaja en comparación con municipios aledaños. Nuestro centro de monitoreo tenía 90 cámaras de las cuales funcionaban 45, mientras Avellaneda tenía 750 y Lomas  600”.

        El presupuesto se multiplicó por 7 sin que los contribuyentes tengan forma de controlar los resultados de la vigilancia al ciudadano, por lo que K/G se auto elogian y sanatean.  

En 2022 Kravetz anunció que “a Lanús llegaron 240 móviles para Seguridad con la presencia de D’Alessandro de CABA y Grindetti entregó las primeras 20 motos que se suman a Lanús”. Kravetz anunció que mediante esta entrega, se alcanzan los 240 móviles, entre autos y motos, utilizados para la prevención de los barrios de Lanús” (Revista Arriba Lanús 16/6/2022).

Por lo entendido, el parque automotor se modifica todo el tiempo sin control de los contribuyentes; desconocemos si es a través de un manejo bueno o uno espurio y como se destruyen y desaparecen en poco tiempo la mayoría de los vehículos. No hay un registro público de lo que se rompe ni lo que se repara. Para los contribuyentes (los verdaderos dueños del parque automotor) nunca se presentan evidencias de cuál es el manejo de estos bienes, por lo tanto las autoridades hacen sobrevolar la malversación presupuestaria todo el tiempo.

Pretendemos que la información acerca del uso de estas costosas herramientas para la seguridad no sea un ejercicio de ocultismo.

        La intendencia de Lanús funciona liberando zonas regenteadas por punteros como  el monito Rodríguez, quien tiene permiso para hacer y deshacer en Acuba donde interviene con pobres ideas, remiendos y obras truchas, que se resuelven sin ningún plan inteligente que considere el día después. La seguridad es un balance que involucra a todos los representantes de la burguesía nacional hundidos hasta el cogote en la corrupción.  

        Los planes de los desocupados deben estar centralizados por la asamblea de los sin trabajo.

        La seguridad debe partir de las asambleas barriales con la elección de una seguridad ciudadana armada que designe autoridades y las revoque si fuera necesario.

        El presupuesto de seguridad debe ser público y sus registros estar disponibles. La compra de automotores, otros vehículos y armas, deben tener un seguimiento de las asambleas, como también los arreglos y el pasaje a chatarra de lo que ya no tenga vida útil.    

       (*) De Política Obrera