por Lisandro Martínez
En Argentina siglo XXI como en París del siglo XVII, durante el reinado de Luis XIV y previo a la Revolución de 1793 que impulsó el uso de la guillotina contra los explotadores, la mayoría de la población era pobre, estaba desamparada y vivía en oscuros y malolientes tugurios donde muchos desocupados tenían que mendigar para comer algo.
El poliladronato y su naturalización
En mayo de este año, 3 chorros fueron acusados por una mujer de hacerse pasar por policías y robarle $60.000. Cuando fueron detenidos en Lanús eran 3 policías que además llevaban 40 dosis de marihuana, cocaína y otras drogas. Los delincuentes resultaron ser Fernando Emanuel Luque, de la Policía Bonaerense Comisaría 4ª de Llavallol; Gustavo Suárez de la 5ª de Villa Fiorito y Jorge Damián Ramírez, un oficial de 10 años en la Comuna 8A en CABA (www.infobae.com.ar 11/5/2023). Esta duplicidad de los poli/chorros se ha instalado desde la dictadura genocida como un tumor social que ataca a la población trabajadora y enriquece a los explotadores,
La naturalización se impone por el comportamiento de individuos y grupos
Los barrios de Lanús, entre ellos Villa Diamante y Acuba, son zonas liberadas no sólo para distribuir drogas sino que también se habilitan como zonas de robo desde la madrugada cuando van a tomar el bondi los laburantes y son asaltados. Desde esa hora temprana, el lumpenaje socio del poder político va haciendo sus primeras monedas del día que luego reparte con los liberadores de zona. Este cuadro perfectamente diseñado de arrebatar mochilas, carteras, celulares o la vida de alguien, es un caos público organizado que naturaliza el pasaje de falopa en los barrios.
¿Lo harán a propósito?
A esta vorágine de inseguridad manejada desde arriba, se suma que el municipio de Lanús
tiene 240 vehículos policiales sin diagrama, ya que no logra establecer un plan de seguridad
El miércoles 9/8 con zona liberada a las 7:25, 2 delincuentes a bordo de una moto atacaron a Morena Domínguez de 11 años cuando se dirigía a la Escuela N° 60 de Molinedo 3200 de Villa Diamante. Le arrebataron su mochila y el celular; Morena recibió un golpe en la cabeza y un impacto en el estómago que le dañó el hígado. Se solicitó una ambulancia al 911 que llegó con demora de 40 minutos, así Morena se descompensó en el lugar. En ese horario transitaban mujeres acompañando niños a la escuela y el barrendero municipal, quien socorrió a Morena; además una vecina le hizo maniobras de RCP que resultaron vanas, nunca recobró el conocimiento.
Más de una hora para llegar al hospital
Desde las 7:25 cuando golpearon a Morena, la ambulancia municipal demoró alrededor de 40’ por lo que llegó al Evita 8:30 (www.rionegro.com.ar 10/8/2023) ¿A los 10’ no podía algún oficial de la policía ordenar bajo su responsabilidad que uno de los 240 vehículos trasladaran al hospital a Morena, inconsciente desde hacía varios minutos?
Lo que provocó el babeo malsano de los medios de desinformación fue el rumor que aseguraba que el responsable tenía 14 años y que había confesado ser el asesino, una provocación que largó Kravetz para meter por la ventana a Grabois y la diputada Zaracho. La noticia era falsa y el menor fue encubridor escondiendo en su casa la moto del ataque a Morena. Los motochorros asesinos son de Acuba, un barrio dominado por la municipalidad. Mientras se hacían los allanamientos en las casas de los sospechosos, en pasaje San José parada del colectivo 31 se asaltaban autos. Esto pone de relieve que la inseguridad está organizada desde arriba.
El esquema de seguridad en Lanús y el país hace rato que caducó y no hay parches porosos que valgan. La planificación de los más variados hechos delictivos tienen como componente casi siempre a un mal policía y como la institución se empezó a podrir por la cabeza, un gobernador hace más de 20 años identificó el problema señalando es “La maldita policía”.
El Concejo Deliberante de Lanús
El Concejo Deliberante, por los elementos partidarios que lo integran, actúa en banda sin apuro ni tonicidad muscular imitando al Congreso, por lo tanto las urgencias económicas y políticas de la población no están en el temario de diputados ni de los ediles de Lanús, cuya tradición centenaria es no producir ordenanzas que modifiquen o mejoren las condiciones sociales de las masas.
Balas, y si sobreviven cárcel
Hace 6 años Grindetti/Kravetz hombres de la avanzada del capi/fascismo vernáculo expusieron al “Polaquito”, un pibe chorro de 12 años frente a los medios de comunicación que se alquilan. El Polaquito es un emergente de la barbarie en que han convertido a los barrios de Lanús que pasaron a ser “una unidad productiva salvaje” en manos de los punteros, con zonas liberadas que aseguran: negocios ilícitos, desarmaderos, intoxicación masiva junto a la distribución de drogas y los réditos económicos de cada Unidad Productiva se trasladan a los paraísos fiscales.
Reeducación las pelotas
Espert y Bullrich proponen evitar la organización de los explotados con balas y si hay sobrevivientes con cárcel. El estado carece de programas de reeducación y sólo ofrece para “los cientos de polaquitos”: “Las Tumbas” que Enrique Medina describió hace 50 años.
Pasaron 2.200 días desde que el municipio de Lanús con el silencio del deliberante manipuló a un niño de 12 años como si fuera un “monstruo de feria” para justificar la represión y su incapacidad para resolver problemas sociales en los barrios que están bajo la dictadura de los punteros. El Polaquito va a cumplir 18 años y no hay ningún avance del estado en cuanto a humanizar a esa criatura ni a otros cientos que padecen el mismo infierno sin salida que les propone el puntero de su localidad.
Entre 1920 y 1935, un militar Anton Makarenko -no un pedagogo- logró con chicos dedicados a la delincuencia y a los crímenes más horrorosos, humanizar a la mayoría y escribir fruto de esa experiencia titánica El poema pedagógico. Es lógico que hoy, por los avances en las ciencias, el pensamiento y la técnica, entendamos que sólo hay una salida humana para la juventud en manos de otro régimen político fundado por los trabajadores.
Licenciar a la policía, desarmarla y elegir en asambleas de barrios un cuerpo de seguridad ciudadana que responda al mandato asambleario, es tomar las riendas en nuestras propias manos.
(*) De Política Obrera
