Melisa Montivero y Florencia Cardozo recibieron el viernes la notificación de sus despidos como instrumentistas quirúrgicas de Zoonosis municipal. El despido lo decidió y lo ejecutó el director de esa clínica veterinaria, Gustavo Gruppalli (foto). Compañeros de estas profesionales se comunicaron con La Defensa para respaldar el trabajo de estas ayudantes de quirófano, a las que califican como “eficientes y trabajadoras”, y señalan que Gruppalli las echó porque se negaban a vacunar a las mascotas, “un trabajo que no les corresponde”, aclaran. Pero otro es el concepto que recogió este diario desde una encumbrada fuente del área de Salud: “Gruppalli las rajó porque no laburaban, llegaban una hora tarde, dejaban de castrar, eran siempre excusas”.
Al margen: Las despedidas ganaban 60.000 pesos por mes, y el director de Zoonosis redondea 400 mil pesos mensuales.