En el comedor Los Solcitos del barrio Eva Perón en Villa Caraza, los jóvenes trabajan dando clases de apoyo escolar a los hijos de los vecinos, y de esta manera logran costear sus propios estudios. “Durante la pandemia -relata Franco López- muchos niños debieron atravesar grandes dificultades en sus trayectorias escolares, lo que tuvo un impacto negativo en sus procesos de aprendizaje. Desde el comedor y merendero, además de las ollas que se preparan diariamente, se decidió ofrecer a la comunidad un acompañamiento educativo al que más de veinte chicos asisten regularmente. Se realiza dos veces a la semana y está dirigido por jóvenes del mismo barrio que siguen estudiando luego del secundario. De esta manera se genera un interesante proceso de retroalimentación entre trabajo y educación que permite a los chicos, tanto profes como alumnos, construir una vida digna y soñar con un futuro posible. Esta es una de las tantas opciones que genera el reforzamiento comunitario de la Economía Popular, entendida como sistema de producción alternativo que pone el eje en la población, la solidaridad y el trabajo”, subraya Franco. El merendero funciona en Farrel 292, entre José León Suárez y Magallanes.