viernes, 10 de febrero de 2023

Irán, policía de la moral: lucha obrera, estudiantil

por Lisandro Martínez*

George Orwell en su libro 1984 con el mote “policía del pensamiento”, planteó hace 75 años que en un futuro cercano regímenes basados en el fachismo decidieran que debíamos pensar, opinar y decir. 

La clase obrera y el pueblo iraní enfrentan a la losa sepulcral del régimen de Irán que gobierna desde 1979 con métodos de barbarie. El líder supremo es el ayatolá Ali Jamenei quien está en el poder desde 1989 y fue discípulo de Ruhollah Khomeini, cuando éste murió fue designado nuevo guía espiritual y líder vitalicio. En Irán “La policía de la Moral” fue disuelta hace horas por su patética gestión, que en el siglo XXI utilizó un punitivismo desempolvado de versículos del Corán (1400). Así se detenían mujeres analizando si sus ropas eran inapropiadas. Mahsa Amini de 22 años fue detenida por llevar mal su hiyab; su familia denunció que murió por un golpe estando presa lo que originó protestas y huelgas. La Human Rights Activists News Agency (HRANA) dijo que las huelgas se hicieron en varias ciudades, Teherán, Isfahan, etc. Y eran parte de una revuelta popular recién iniciada que pedía la muerte del líder supremo, ayatolá Alí Jamenei.

La situación política y social iraní tiene una historia de opresión y descarte de las mujeres, que deben seguir las leyes brutales de la Sharia. No tienen permitido el control ni de sus propios cuerpos y padecen en el ámbito laboral y de estudio infinidad de trabas.  El 60% del estudiantado son mujeres sin embargo el 85% de los puestos de trabajo son para varones.

El pueblo iraní impugna al régimen teocrático sostenido por los crímenes y el terror.A 40 días del asesinato de Mahsa Amini se reunieron 10.000 personas de diversas localidades en el

cementerio de Aichi en Saqez, ciudad natal de Mahsa. Allí cantaron consignas contra el
régimen teocrático y pedían que se vaya el ayatolá vitalicio Alí Jamenei. Otro testigo en Saqez dijo que “el cementerio estaba lleno de miembros de la milicia paramilitar Basij y de la policía antidisturbios” (www.perfil.com 26/10/2022).

Se manifestaron 133 ciudades y los estudiantes protestaron en 129 universidades, en algunas escuelas media y superior (HRANA). Las redes sociales mostraron que obreros de las refinerías de Abadan y Kangan y Proyecto Petroquímico Bushehr marcharon (Associated Press).

La muerte de Mahsa Amini, fue “un antes y un después”. Esto desató las más grandes protestas desde 1979. Se registraron 280 muertos y 14.000 detenidos, estudiantes universitarios y menores de edad, según grupos DDHH detuvieron a docenas de menores de 18 años acusados de ser “alborotadores” por participar en las protestas (Washington Post). Aunque inicialmente las protestas fueron encabezadas por mujeres, se sumaron grandes sectores de la población. El movimiento no se distingue sólo por su tamaño sino también por darle respuesta al brutal régimen islámico que victimiza a los jóvenes. 

No es la primera vez que la clase obrera iraní tiene un papel destacado en la lucha de clases, en 1979 su aguda movilización volteó al sha de Persia.

El movimiento obrero iraní fue opositor al régimen de los ayatolás desde la primera hora y a poco de establecerse el régimen teocrático. La lucha por mejorar el régimen laboral aún está por darse ya que el 70% de la clase obrera petrolera y del gas trabaja contratada y precarizada. En las "zonas económicas especiales" o “zonas francas”, los trabajadores no gozan de legislación laboral alguna, con lo cual rige una violenta dictadura patronal.

La situación de los obreros del petróleo en Irán

En noviembre de 2015 el régimen teocrático y de raigambre nacionalista de Irán en “La Conferencia del Petróleo”, presentó una serie de privatizaciones para atraer a capitales imperialistas a los proyectos de exploración y producción de hidrocarburos, ofreciendo a las grandes compañías internacionales estas “gangas”: 18 bloques para el sondeo y 50 yacimientos de petróleo y gas por un valor de u$s 185.000 millones.

Con su política de privatizaciones y de abandono de una política nacional  petrolera, el régimen volvió al mercado capitalista desquiciando el régimen de trabajo en la industria petrolera y gasífera mediante una severa desprotección de la mano de obra, con súper explotación y un elevado número de obreros de la industria trabajando precarizados para contratistas extranjeros. En el desierto no hay refrigeración en el trabajo para las altas temperaturas y la sindicalización independiente está prohibida, mientras la burocracia sindical es agente estatal. En los pozos petroleros hay accidentes reiterados y se carece de seguro de salud. Los obreros firman contratos basura para ser despedidos cuando el patrón quiere. Los salarios están por debajo de la línea de pobreza y hay quienes no cobran hace meses, esto con un desempleo del 27% para los jóvenes según datos oficiales (www.ilo.org/dyn/normlex/es).

Esta situación destaca a una clase obrera con historia que enfrenta un régimen de terror en las calles y también en “las zonas francas” de los piratas contratistas. La explotación de la energía es que, a pesar de las reservas de gas natural de 33,6 billones de m3 (la segunda mayor reserva detrás de Rusia), que representa el 18% del total de las reservas mundiales y en el petróleo las reservas son de 200.000 millones de barriles, Irán no logra cubrir la demanda interna de energía. Frente a esta situación, busca en el sector nuclear una salida a la crisis.

Las privatizaciones del gobierno religioso sospechan que debilitó a la clase obrera, que creen no podría ir a una huelga general como la que echó a Mohammad Reza Pahleví el sha de Persia. Pero para sorpresa de muchos, el 21/12/2022 los petroleros emitieron esta prometedora declaración en favor del colectivo humano:

 1.  No aceptamos ningún poder sobre nuestras cabezas, ni en el trabajo ni en la vida. 

2. Estas reivindicaciones mínimas son el primer paso para ejercer la voluntad colectiva del pueblo, unir y formar nuestro destino y futuro. 

3. Exigimos el fin de la opresión, humillación y discriminación a las mujeres.

4. Igualdad de derechos para todos, independientemente de su religión, etnia, género y eliminación de cualquier discriminación y desigualdad social.

5. Basta de represión, nadie debe ir preso por sus opiniones.

6. Liberación a todos los detenidos. Abajo la pena de muerte.

7. Consejos obreros de gestión colectiva y social. 

Un paso firme en la lucha por el poder político en Irán indiscutiblemente en manos de la clase obrera.  

  (*) Del Partido Obrero tendencia