por Salvador Baratta*
Se nota que se vienen las elecciones, y comienzan los candidatos a proponer una serie de ideas para cambiar la vida de los bonaerense. Bien sabemos que el gobernador no puede mejorar la economía, pues el tema es nacional, pero sí puede meterse hasta el hueso en el mayor flagelo que sufrimos: La inseguridad. A todos los referentes vamos a escuchar decir: “¡Más cámaras, más tecnología, más prevención y sobre todo más control Institucional!”. Pregunta: ¿Quién lo haría? ¿Quién está capacitado? Vimos ya gastar cantidad de dinero en organismos de control y fueron inútiles. ¿Saben por qué? Sencillo: los delincuentes que usan el uniforme para beneficio propio, son socios de políticos que los bancan y arman sociedades corruptas. La policía, sólo plasma en el campo operativo el plan que arma el político de turno. A la criolla y más claro: arman planes ridículos y nos mandan a nosotros a hacer de payasos. Ustedes -les digo a los políticos- para ejercer control deberían controlarse y autodepurarse, porque según la opinión social la peor imagen la tienen los políticos, seguida por el poder judicial y tercera cómoda entra la policía. No escucho a ninguno decir: "Vamos a denunciar a jueces y fiscales que tengan la lapicera fácil y dejen presos en libertad que reincidan y siembren el terror en nuestras calles". Claro, es más fácil amenazar al vigilante que se juega el pellejo. ¡Qué carajo saben lo que es enfrentar a los tiros delincuentes y casi siempre en condiciones de inferioridad! Claro, a los delincuentes los defienden los derechos humanos y a nosotros nadie. Y por favor no hablen más de guerra al narcotráfico porque los que tratamos de enfrentarlo salimos por la puerta de atrás. Y si alguno tiene dudas llame que le explico con lujos de detalles, como lo expresé en reiterados programas y notas inclusive en La Defensa, y ninguno levantó el guante. Esto no es cuestión de usar la palabra de moda: “sheriff”, sino de poner lo que hay que poner y decir la única realidad que puede cambiar esta guerra. Les tiro tres ideas: Buenos sueldos; filtros para ascender, es decir premios y castigos; y bancar al policía que cumple con su deber. Llegó la hora de que los que tengan que estar asustados sean los delincuentes. Dejen de usar el latiguillo “mano dura" o "gatillo fácil”. Eso es lo que tienen los delincuentes, que nunca dudan en apretar el gatillo y cagarnos la vida. Se puede, si no miren lo que está pasando en otros países, lo único que se necesita es decisión política y dejar de hacer negocios con la seguridad es decir con nuestras vidas. No mientan más, y dejen de poner amigos y parientes en lugares que deberían estar en manos de verdaderos profesionales y por último la seguridad es nacional y provincial, no tiren la pelota a la tribuna. Los municipios sólo pueden acompañar aportando tecnología e información y algunas veces logística, pero no son responsables de la inseguridad. Si queremos mejorar debemos empezar colocando a cada chancho en su teta.
(*) Ex subjefe de la Policía y ex concejal