por Lisandro Martínez*
Nestor Grindetti, y su jefe de Gabinete Diego Kravetz expresaron recientemente por las redes, su “solidaridad con el jubilado que mató a un ladrón en Villa Diamante”. Grindetti dijo que “Juan Carlos González tuvo que elegir entre la vida de él y la de un ladrón que se metió en su casa para robarle”. Y Kravetz expresó que “desde el municipio le enviamos nuestro total apoyo”. Los principales funcionarios de nuestra aldea son parte de un régimen de malos imitadores del bolsonarismo sin ninguno de sus aciertos -si los tuviera- y con todos los defectos. El régimen bolsonarista que gobierna Lanús está recorriendo la misma planificación fracasada de Jair Bolsonaro quien finalizó su mandato llorando en público y escapándose a EEUU. En nuestra aldea Grindetti, Kravetz y algunos otros “corajudos” acicatean a los vecinos a defenderse de los ladrones armándose, pero son incapaces de sacar balance alguno del callejón sin salida al que este dúo llevo a la policía que actúa en el distrito (Federal, la Bonaerense, etc.) Grindetti/Kravetz se desentiende de sus responsabilidades y alienta a los vengadores anónimos en versión cobarde, meterle balas al prójimo y si caen inocentes “como toda la parte sana de la sociedad estamos en falta… disimularemos”.
El Libro de los muertos (III milenio aC) y el Código Hammurabi (1700 aC) plantearon la ley del talión: Ojo por ojo, diente por diente. La barbarie fue total y la humanidad debió esperar a la Revolución Francesa y otras revoluciones para que hubiera algunos razonamientos humanitarios y al cabo de siglos se fue implantando una ley que tiene alguna pizca de derechos humanos, prisiones a puertas abiertas, etcétera, en países que no son el nuestro. Para entender la génesis del capitalismo: La abolición de la esclavitud en el siglo XIX, se resolvió porque no resultaba redituable económicamente y ya era más ventajoso (y socialmente más fácil de regular) el trabajo de las personas libres que el de los esclavos. En la crisis terminal del capitalismo la ley del talión es la voz de orden del régimen en Lanús.
Licenciar a la policía y que las asambleas de barrio tomen el control de vigilancia.
Que este año seamos socialmente mejores.
(*) Del Partido Obrero Tendencia
