El Obispado de Avellaneda-Lanús, se lava las manos frente al quebranto de un colegio católico como es el Instituto del Espíritu Santo, que con su quebranto deja en la calle a docentes y alumnos. Un comunicado (foto) del obispado, cuyo titular es Marcelo Julián Margni y el obispo emérito Rubén Oscar Frassia, dice en su parte principal: “Frente a diversas consultas recibidas en la Junta de Educación Católica y el Obispado de Avellaneda-Lanús sobre la vinculación de la diócesis con el Colegio Espíritu Santo, DIEGEP 1457,280,475, situado en Villa Barceló, vale la pena aclarar que: El Colegio Espíritu Santo tiene como entidad propietaria a la asociación civil Congregación Misioneras Marianas del Espíritu Santo, dirigida por sus autoridades estatutarias constituidas según la normativa civil y los bienes afectados a la obra educativa pertenecen a la misma entidad. La Diócesis Avellaneda-Lanús no posee vinculación, responsabilidad o injerencia sobre la dirección de los servicios educativos”. Agrega que de todos modos, profesionales del obispado han asesorado a las autoridades del colegio sobre el manejo de las finanzas y termina pidiéndole a dios que resuelva la problemática.