por Lisandro Martinez*
La muerte de la reina Isabel II de Inglaterra se impuso como una ceremonia medieval que celebra una pompa imperial, rindiendo pleitesia a la representante muerta de un régimen desfalleciente cuya esencia social ya no tiene cabida histórica. Esta ceremonia funeraria que se desenvuelve en el siglo XXI recuerda el fin de la vida de una aparentemente amorosa viejecilla de 96 años, pero Isabel II, en Reino Unido y en el mundo, siempre se unió a la peor canalla: Explotadores y masacradores de sus pueblos, Pinochet en Chile o los “jemeres rojos” que martirizaron a Camboya (1975/1979). Además durante años Isabel II junto a la Thatcher hambrearon al pueblo inglés, y no obstante y a pesar de ser parte de la OTAN perdió la mayoría de sus colonias cuando todavía su régimen se opuso a la independencia de Irlanda del Norte y mediante su despiadado comportamiento frente a las huelgas de hambre dejó morir a 10 jóvenes irlandeses en 1981 que luchaban por su independencia.
La clase obrera inglesa de 1979 a1990 soportó hambre y desempleo a través de la primera ministra Margaret Thatcher y el periodo fue tan opresivo que la “working class” les impuso a ambas explotadoras el calificativo de “steal milk” (roba leche), ya que para coronar su política de hambre y privatizaciones de empresas estatales y pasarlas a manos de capitalistas,
impusieron que el estado dejara de servir a los niños en las escuelas un vaso de leche diarioy lo hicieron para mostrar crueldad hacia la clase obrera en nombre del ahorro presupuestario.Que se hayan cumplido 70 años de un régimen funesto, contrario a derecho fue una verdadera catástrofe humanitaria, no solamente para los ingleses sino por cada una de las masacres bélicas que implementó Isabel II con la OTAN y que tan bien ilustra el sitio WikiLeaks y valientes periodistas como Assange, visibilizando la práctica criminal y genocida del capitalismo.
No sabemos ¿qué aspecto positivo es el que “el mundo civilizado” celebra de la vida de Ia reina Isabel II?
La guerra en Malvinas
La Guerra de las Malvinas expresó en profundidad la crisis internacional, donde el imperialismo mundial aplicaba desde hacía rato sanciones económicas y militares a la Argentina. Hubo sucesos que precipitaron el desenlace bélico, entre ellos los desesperados esfuerzos de los EEUU por darle continuidad a la gestión del gobierno de la dictadura militar genocida argentina y del agotado régimen de desempleo y privatizaciones de empresas públicas de Isabel II y Margaret que tenían tremendas dificultades políticas y económicas. Para algunos analistas Ronald Reagan alentó a Galtieri para que ocupara las islas y así tuviera oxígeno frente a las masas mediante la concreción de una reivindicación histórica. Por el contrario otros dijeron que el Pentágono iba a provocar una crisis, incluso una guerra y así liquidarían la soberanía ocupando las islas.
La capitulación de la Burguesía Nacional y de sus FFAA
La dictadura durante dos meses boconeó que las islas eran inexpugnables. La bravata era para apaciguar al imperialismo en lugar de expropiarlo, armar a la nación y aliarse a otros países que simpatizaran con esa lucha. El canciller Costa Méndez era un agente de los monopolios y dijo que “no tenemos diferencias ideológicas ni de principios con la OTAN”. Por lo que la batalla decisiva quedaba en manos de enemigos de la nación y sus funcionarios (Cavallo, Martínez de Hoz, Mallea Gil y otros chupasangres). Elementos adocenados no podían dirigir la batalla decisiva. Para evitarla decían: “¡Ya hemos ganado! Pues tenemos otra imagen internacional”. Costa Méndez corrió a NY para ofrecer “un retiro argentino sin humillación”, incapaz de convocar ayuda militar a otras naciones latinoamericanas. En cambio decidieron traer al Papa para organizar el vía crucis y la humillación nacional.
Luego Pinochet hizo funcionar el espionaje oficiando de buchón de Inglaterra. Así se ajustó la acción y el manejo satelital y de radares del Pentágono garantizando el triunfo de la OTAN.
La guerra contra la OTAN estaba perdida para Argentina si no se trasladaba la acción al continente afectando mediante movilizaciones, ocupaciones y huelgas de masas, los intereses económicos de bancos y empresas de la OTAN en nuestro país. Todo esto sucedía mientras Chile y Argentina aplicaban el “Plan Cóndor” de extermino contra sus pueblos.
La masonería de la P2 y el Banco del Vaticano
Los protagonistas de la política patronal desde la vuelta de Perón en 1972 fueron ganados en su gran mayoría a la masonería por medio de Licio Gelli, quien había convertido a Perón y a otros anticomunistas de renombre a ser parte de la logia P2 (www.perfil.com 31/08/2008). Militaban para la P2 además de “Pochito”, “Isabelita”, López Rega, Lastiri, el vicealmirante Lacoste, etc. La masonería funcionaba a full en Argentina con el comandante de la Marina Emilio Massera y el jefe del Primer Cuerpo de Ejército general Carlos Suárez Mason.
La muerte del Papa Juan Pablo I, el escándalo económico financiero del Banco Ambrosiano y el banquero Roberto Calvi “suicidado” en Londres fue asociado a la logia masónica P2 y a los 20 Exocet comprados bajo su gestión mediante el Banco Vaticano, tramitados por Jorge Bergoglio quien articuló todo a través de su amigo Roberto Calvi para abastecer en la guerra de Malvinas a la dictadura genocida enfrentada con la OTAN.
De acuerdo con una fuente gubernamental inglesa ha trascendido en el Servicio Civil Británico que un oficial del ITCCS en Londres reveló: “El Papa Francisco está conectado con la adquisición de los misiles Exocet”. Los servicios ingleses señalaron que el actual Papa Francisco, por su amistad con Calvi, actuó en el operativo para adquirir misiles Exocet, los cuales se usaron contra la Marina Real durante la guerra. Calvi, mediante el Banco Vaticano, obtuvo fondos para que la dictadura tuviera sus misiles por u$s 200 millones, según la fuente Británica. Luego de obtener los Exocet el casi desconocido sacerdote fue elevado en la jerarquía Católica. Y en 1998 se convirtió en la cabeza de la Iglesia en Argentina.
El 17 de Junio de 1982, sólo dos meses después de comenzada la guerra de Malvinas, “el hombre” de Bergoglio en el Banco Vaticano, Roberto Calvi, fue encontrado muerto colgando bajo el puente de Monjes Negros (Blackfriars bridge) en Londres.
(*) Del Partido Obrero Tendencia