Micaela Magalí Zelada (izquierda) cobraba en la Secretaría de Salud, $27.000 que facturaba como monotributista, por tareas que el personal de esa área nunca le vio realizar. A partir del mes pasado su carrera un brusco cambio: ¡La ascendieron a directora de Coordinación Operativa en esa misma oficina con categoría 230 de personal jerárquico, y pasó a percibir un sueldo neto de $114.758,57 (derecha) luego de los descuentos por jubilación y obra social! Zelada, que como la inmensa mayoría de los jerarcas del intendente Nestor Grindetti, reside afuera de Lanús -en Longchamps en este caso- no reporta profesión alguna en su CV. Todos dicen que su milagroso ascenso lo logró por su amistad con la todopoderosa Paola López, la directora general de Salud, que tampoco exhibe en su curriculum profesión alguna vinculada con el sanitarismo: Es pintora de cuadros.
Vaya como ejemplo: Un médico de consultorio de unidad sanitaria, en Lanús, cobra $45.000 mensuales por 24 horas de trabajo semanales, es decir 6 horas por día.