por Leandro “Pipi” Bertoa*
A pesar de la grave situación económica, de la inflación y de todos los males que aquejan al país y al mundo, la maquinaria electoral de la Argentina de a poco se va poniendo en marcha y un nuevo protagonista parece afirmarse como la revelación política de cara al 2023: Javier Milei, el impresentable líder de los Libertarios que en los primeros testeos parece quedarse con parte de los votos de las dos fuerzas antagónicas que vienen alternándose en el poder, con una salvedad: de cada cuatro nuevos votantes que aseguran tener decidido optar por él, tres son de Juntos por el Cambio y uno es del Frente de Todos.
¿Significa eso que Milei puede animar un ballotage contra Juntos por el Cambio? Difícil, casi imposible, porque Cristina Fernández de Kirchner tiene bien afianzado un piso del 30% del padrón, un importante número de fieles seguidores que la pone con un pie en la definición final. ¿Significa eso que, en caso de ser la candidata a presidente de su espacio, tiene asegurada la victoria? Difícil, casi imposible, porque el caudal de votos que pueden juntar las fuerzas de la derecha le otorga todas las chances para vencer en la segunda vuelta.
Mirando el mapa político del país tras las últimas elecciones, no hay dudas que el territorio a conservar es la Provincia de Buenos Aires. En ese contexto, no es descabellado pensar que
La irrupción de Milei puso patas para arriba el equilibrio de fuerzas, y su impronta complica más a sus aliados de clase que a sus opositores naturales. Mauricio Macri, un ex presidente que como saldo de su gestión debería estar preso, tiene ambiciones de volver a la Rosada y para eso sueña con una alianza con el libertario del jopo rebelde. Pero el radicalismo, el aliado más poderoso que tiene la fuerza que llevó al sillón de Rivadavia al domador de reposeras, acaba de anunciar que si eso ocurre se retiran de Juntos por el Cambio.
El hecho de que las alianzas políticas y la evaluación de los posibles candidatos ocupen las primeras planas de los grandes medios no debe confundirnos. La inflación está golpeando el bolsillo de los trabajadores y los sectores populares, y si bien desde el gobierno se está recurriendo a planes de ayuda indispensable para los que menos tienen, el panorama político se complica cada día más. En pocas semanas, el país deberá afrontar el primer vencimiento de la renegociación de la deuda contraída por el gobierno de Macri con el FMI, y las arcas del Banco Central están muy lejos de poder reunir esa cifra.
Como agrupación peronista de la ciudad de Lanús, la 13 de abril realiza este repaso de la actualidad nacional para describir el escenario a partir del cual las fuerzas políticas locales van a empezar a jugar sus respectivas cartas pensando en las elecciones generales de 2023.
(*) De la Agrupación Peronista 13 de Abril de Lanús
