por Lisandro Martínez*
Nota 2
En el edificio municipal hay una lucha obrera declarada contra el avasallamiento del intendente a los derechos del personal. Néstor Grindetti mientras paga salarios de 45 lucas (un 25% del costo de la canasta básica) quiere establecer un más que riguroso control de asistencia sobre el personal.
Desde hace un tiempo, la patronal ordenó dejar de fichar con la tarjeta de cartón y el reloj e impuso que los empleados registren en un dispositivo biométrico sus huellas dactilares al ingresar al “Palacio Municipal”. Una disposición muy controvertida, con inmensas lagunas legales en todo el mundo y que no está debidamente aprobada ya que las huellas dactilares son consideradas un dato personal que nunca debe ser manipulado ni registrado por terceros. Como el dispositivo biométrico habitualmente falla (y eso lo saben muy bien los jubilados cuando van a dar la “fe de vida” a las máquinas del Anses) entonces muchos empleados municipales pasan sin registrarse y quedan como ausentes y sectores enteros están a merced de si la máquina “se cuelga o funciona”.
Esto ha provocado una “inasistencia fabulosa” sólo en los papeles ya que los empleados que
1. Rechazar el decreto unilateral del ejecutivo municipal con el aumento salarial de 2022, por estar en desacuerdo con la distribución semestral de las cuotas (que llegan a cuenta gotas) que se pagarán en noviembre y la cuota final en diciembre y los jubilados terminarán de cobrar en 2023.
2. Reprobamos toda imposición que atente contra el principio de buena fe y las normas y leyes que garantizan las convenciones Colectivas de trabajo y la carrera municipal.
El ejecutivo municipal decretó un aumento que fue una maniobra para saltearse las paritarias; esto fue acordado por el sindicato SEMLA pero no por el STML.
Grindetti actúa para imponer salarios a la baja y condiciones de trabajo serviles, acuerda con modificar la asignación de los planes sociales administrando la asistencia social para tener una masa de mano de obra barata y enfrentar a contratados con efectivos.
A estas alturas sobrevuelan los fantasmas de los paros de distintos formatos: sorpresivos, por sección, generales, por tiempo indeterminado, etc. y los convocados por los propios trabajadores sin intervención de los sindicatos.
En medio de estos ataques de la patronal municipal, los 2 sindicatos no tuvieron mejor idea que ingresar en el mes de marzo a 300 obreros sin ningún derecho social (contratados y precarizados que ya saben que no cuentan con Obra Social ni Jubilación).
El cuadro de ataques contra los derechos de los trabajadores no puede ser mayor.
El principio para una defensa general es juntarnos como trabajadores y establecer nuestro programa de lucha, así le pondremos límite a la patronal y a las acrobacias sindicales.
Defensa de la carrera municipal, del escalafón y del Convenio colectivo.
Elección de comisiones de recategorización sección por sección, análisis del Convenio para mejorarlo y seguimiento del costo de la canasta familiar para ajustar los salarios.
Basta de maltrato laboral. Elección de delegados por cada sección.
Salario mínimo de convenio igual a la canasta familiar.
Pase inmediato a planta permanente de todos los contratados.
Los trabajadores tienen la palabra. Juntarse y organizarse es el principio del fin del manoseo patronal.
(*) Del Partido Obrero Tendencia