por Leonardo Saphir (*)
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Gracias a mucha gente, entre ellos Norma Tisera y Gerardo Masielo, responsables de La Defensa Digital, pude sobrellevar dos años de enclaustramiento por motivo de la pandemia del covid 19. Pude poner en práctica un viejo anhelo: Escribir Noticuentos. Fiel al espíritu que no anima a los innovadores y emprendedores tecnológicos, se trata de cuentos infantiles donde la novedad de la fantasía y la realidad se entremezclaban.
Por ello es que hecho nuevos amigos y la posibilidad de comenzar un emprendimiento que ha sido un éxito, dicho esto sin pecar de una falsa modestia. Y ahora me permite encarar una nueva alternativa: La investigación periodística de la historia política, social y cultural de nuestra patria chica: Lanús. Con el cúmulo de información recogida podría transformar muchos noticuentos en notas de periodismo de investigación.
La historia es continuación: La Notinovela de la Industria Discográfica publicada por este medio el 15 de abril del 2021 a la que se agregó la foto aérea que encabeza la presente nota. En ésta se ve el interior del terreno de la calle Pergamino 1475 de Lanús. En ella se
aprecia el estado de abandono en que se encuentra el terreno baldío. Desde aquel momento inicié la investigación sobre los datos catastrales del mismo con el actual ocupante, que por razones profesionales todavía no debo identificar, ni a él ni a su hijo. Entiendo sus razones, pero como se ve en la vista aérea, este terreno tiene conexión interna con propiedades linderas que le pertenecen y coronan la verosimilitud de toda la historia. Por lo tanto mis presunciones se confirman. También se correlatan con una persona, de su mismo apellido que la historia recoje como protagonista de aquellos hechos acaecidos antes de la crisis del año 1929 que abortó prácticamente un imperio que había fundado el notable empresario Max Glicksmann a fines del siglo XIX. Filmes y discos dan testimonio de su andar por nuestras tierras. Por lo recogido en la importante bibliografía que documenta la historia, él y los numerosos representantes o prestanombres eran práctica común en su quehacer comercial. Uno de ellos era este propietario de muchos terrenos de la Villa General Paz, tal como se denominaba la hoy Plaza Villa Obrera o Plaza Güemes. Hombre seguramente habitué de la pulpería o casa de comidas La Vazquita, también de su propiedad, en la esquina de Caa Guazú (hoy Eva Perón ) y Pergamino; o del Cine Super unas cuadras más adelante o quizás el famoso Cine Teatro National media cuadra de la recién inaugurada Estación Lanús -que antes era un Peaje que recolectaba los tarros de leche de los tambos de Guillermo Gaebeler-. Entre los negocios de ventas de discos y la de la reciente industria radiofónica se pueden nombrar un negocio del ramo sobre la calle Pergamino o la céntrica MaxLú sobre la calle O´Higgins de Lanús. Por último, una breve reiteración para los que tienen la obligación de preservar el patrimonio histórico, social y cultural del distrito, llámese Municipalidad de Lanús o Universidad Nacional de Lanús. Al menos empiecen por poner una plaquita recordatoria, frente el terreno. “Lanusita” en el oeste; “La Placita” en el este.
(*) Innovador y Emprendedor Tecnológico.
