jueves, 21 de abril de 2022

El crimen -de un nene- que nunca tuvo justicia


por Daniel Martínez*

Hoy se cumple un año del fallecimiento por covid 19 de Isaac Clotildo Barrios.  Seguramente la mayoría de los habitantes de Lanús jamás oyó hablar de él. Isaac era un humilde agricultor correntino, que buscando un futuro mejor emigró de su Corrientes natal al Gran Buenos Aires, más precisamente a Lanús. Comenzó a trabajar en una fundición de Avellaneda donde aprendió el oficio, trabajaba más de 12 horas diarias, y los fines de semana los dedicaba a construir su humilde vivienda, cuando por las tardes casi noche,  regresaba de su trabajo. Su inmensa alegría era que en el alambrado de su casa lo esperaba feliz su hijito de 3 años Juan Eduardo Barrios. 

Una mañana, el 6 de diciembre de 1977, la esposa de Isaac Clotildo Barrios, tuvo que ir a pagar la luz al Banco Provincia, de Eva Perón y Centenario Uruguayo y como no tenía con quien dejar a su hijito, lo llevó con  ella.  Cuando finalizaron el trámite, su hijo Juan Eduardo pidió a su mama que le compre un helado. Cruzaron la calle, compraron el helado en un kiosco enfrente del banco, y en ese mismo momento, el custodio policial del banco, cabo

primero Herculiano Ojeda, salió del banco y al cruzar Eva Perón lo sorprendió un comando de Montoneros: Le dispararon con una escopeta, y mientras el policía se desangraba tirado en la calle, le robaron el arma, lo rociaron con nafta y lo prendieron fuego cuando aún estaba con vida. Cubrieron su huída con ráfagas de ametralladora, y uno de los disparos impactó en el estómago del niño de 3 años Juan Eduardo Barrios, que falleció en el Hospital Vecinal de Lanús. 

Desde el mismo momento del asesinato de su hijo, el señor Isaac C. Barrios (foto) nunca bajó los brazos en su reclamo de justicia, y para que a su hijo se lo reconociera como víctima. No lo pudo lograr, y ese crimen al día de hoy sigue impune. 

 Hoy 21 de Abril de 2022, lo imagino al señor Barrios, ya descansando en paz, y abrazado nuevamente a su hijito de 3 años Juan Eduardo Barrios.  Que ambos, padre e hijo, logren la paz eterna.  

   (*) Reportero gráfico