por Omar Dalponte
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¿Por qué no? No es bueno dejar para mañana lo que podemos hacer ahora. Principalmente en política, actividad en la cual quien pega primero pega dos veces. El actual es el momento propicio. La maldita pandemia va aflojando. El peronismo y otros sectores del campo popular van recuperando las calles y plazas. Cómo muestra reciente es válida la marcha y concentración en Plaza de Mayo el día 24 de marzo en que una vez más nos juntamos para repudiar el golpe de estado de 1976. Debemos pronunciarnos. Si demoramos en instalar a nuestros candidatos para las elecciones de 2023 estaremos perdiendo un tiempo precioso que bien podemos utilizar para presentar propuestas, exhibir capacidades y demostrar conductas. En estas cosas no es conveniente escuchar el canto de sirenas de los pícaros que habitualmente, con el cuento de “aún falta mucho, todavía no es el momento, no hay que apresurarse”, pretenden patear la pelota afuera y hacer tiempo para, sobre el final de los procesos preelectorales, armar roscas y quedarse con “las diez de últimas”. Ya está en la cabeza de muchos peronistas integrantes del Frente de Todos reafirmar el valor de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) a fin de que sean el mecanismo para dirimir el tema de las candidaturas con la intervención del pueblo en forma democrática y con la participación más amplia posible de todas las corrientes internas y de
los compañeros y compañeras que deseen postularse para distintas responsabilidades.El éxito de las recientes movilizaciones de nuestro Movimiento se ve reflejado en el odio de quienes nos odian: Opositores irracionales, la prensa sucia y sus periodistas venales, los especuladores de todo pelaje, los que saben que con el peronismo sus irritantes privilegios no tendrán cabida y esa fauna extraña que experimenta placer orgásmico apoyando a sus verdugos. La multitudinaria marcha de la corriente La Cámpora ha quitado el sueño a no pocos pronosticadores de la “desaparición” del kirchnerismo y provocado las iras de quienes ven en Máximo Kirchner el principal exponente de un Justicialismo renovado con intenciones claras de transformar para bien las estructuras perimidas e injustas del sistema que mantiene a nuestro país en la postergación y la inequidad.
Las clases dominantes y sus alcahuetes de la política y de las comunicaciones no son tontos y advierten lo que significa para sus intereses espurios la figura del joven Kirchner consolidándose en la escena nacional con el respaldo de sectores militantes y combativos del Movimiento Nacional. Máximo viene construyendo organización política y futuro propio desde hace años. Rompió muchas barreras, desarticuló muchas infamias y acumuló prestigio y poder personal. Los enemigos del pueblo lo odian y le temen por ser titular de La Cámpora, diputado nacional, presidente del Partido Justicialista bonaerense, por tener marcada influencia en el gobierno de la provincia de Buenos Aires, por ganar posiciones en organizaciones sindicales estratégicas, la UOM por ejemplo, en la que el kirchnerismo ganó seccionales importantes como la de Quilmes con Adrian Pérez y la conducción nacional con Abel Furlán desplazando a Antonio Caló. También lo combaten porque todos los días, mediante la acción y la palabra, reafirma su liderazgo y sobre todo, lo atacan por “ser Kirchner”. Los opositores recalcitrantes, siguiendo al nazi Joseph Goebbels, han identificado en el kirchnerismo y especialmente en las personas de Cristina y de Máximo a sus enemigos principales y se unifican para agredirlos y combatirlos por todos los medios a su alcance y con los recursos más viles. Precisamente ese odio y esos ataques despiadados contra La Cámpora (agrupación que por su nombre es cara al sentimiento peronista) y contra sus líderes más reconocidos, es lo que nos moviliza y compromete, entre otras cosas, para expresar nuestro decidido apoyo a quienes son – interpretamos- garantía de peronismo auténtico y defensores de nuestras banderas tradicionales. Máximo 2023 puede ser una consigna que defina un rumbo y la cuestión es absolutamente simple: Quienes nos sintamos atraídos por impulsar la figura de Máximo podemos agruparnos bajo su conducción y disponernos a competir en las PASO. Quienes no estén de acuerdo tienen la posibilidad de levantar las candidaturas que les satisfagan y disputar con total libertad cuando llegue el momento de hacerlo. Después, va de suyo, el camino será, debe ser, la unidad contra el macrismo, la lucha frontal contra el neolibelarismo y la construcción de la patria justa, libre y soberana en que democracia no sea sólo una palabra sino un sistema dentro del que verdaderamente reine la igualdad y el bienestar.
En Lanús el miércoles 23 las calles céntricas de la zona Este volvieron a llenarse de pueblo. Miles y miles de compañeros y compañeras marchamos y nos concentramos en el Parque de la Memoria para repudiar a la dictadura genocida de la década setentista, recordar a nuestros mártires y reclamar al macrismo local, hoy circunstancialmente a cargo del gobierno municipal, que no intente avasallamiento alguno a este lugar en el que se recuerda la tragedia iniciada hace 46 años en la Argentina. Tragedia que registra entre sus 30.000 víctimas, a centenares de lanusenses. La gran asamblea del miércoles 23 fue organizada por decenas de organizaciones populares que, además, coincidieron en la redacción de un magnífico documento ratificando así la decisión inquebrantable de los luchadores de Lanús por mantener vigente la memoria y conservar la unidad de un espacio que año tras año crece y se enriquece en calidad y cantidad.
Es innegable que en el Frente de Todos hay movimientos orogénicos, tires y aflojes, nada más ni nada menos que lo que tradicionalmente ocurrió, aún ocurre y ocurrirá siempre donde haya peronismo. Nada nuevo ni desconocido en un movimiento donde habitan millones de almas e infinidad de corrientes internas. Esperamos que algunos de nuestros apreciados dirigentes que a veces se comportan como adolescentes en una previa, recapaciten y tomen conciencia que en las difíciles circunstancias que atraviesan a nuestro país y a muchísimos países del mundo hay que conservar la unidad de los sectores populares y no dar de comer pasto a las fuerzas de derecha siempre dispuestas a convertirnos en una colonia sin destino. Probablemente estemos cerca de un tiempo en el que vayan a suceder grandes cambios. Puede ser que la crisis del capitalismo se agudice y que los pueblos sepamos edificar un mundo mejor. Todo es posible.
Pero aquí y ahora lo esencial es no volver a caer en aventuras nefastas como la sufrida entre 2015 y 2019. Por eso se impone la necesidad de preparar a nuestro activo militante, exhibirlo y proponerlo destacando a los y las mejores representantes para llevar a la Argentina al destino que merecemos. Ratificando nuestro apoyo al gobierno de Alberto Fernández y acompañando a Máximo Kirchner para el desafío que nos espera en 2023. En momentos de cerrar esta nota nos enteramos que producidas las elecciones del PJ de la provincia de Buenos Aires, listas que respaldan a Máximo Kirchner triunfaron cómodamente en distritos importantes donde hubo competencia. Esto suma muy positivamente a la idea de presentar al líder de La Cámpora como primerísima figura para los comicios de 2023 y gran esperanza del peronismo transformador del siglo XXI.
A partir de ahora es conveniente comprender que los enfrentamientos internos no tienen sentido y que la unidad del peronismo y del Frente de Todos es imprescindible. En nuestro Lanús la cosa está resuelta. Los compañeros y compañeras de la lista de unidad ya son autoridades del PJ local. Sería muy bueno que en breve la nueva conducción del peronismo lanusense convoque a asambleas informativas a fin de proponer a toda la militancia que se integre a la acción del partido solidariamente. Que participe efectivamente en su organización y preparación con miras a las elecciones del año próximo porque, recuperar Lanús para el pueblo, es obligación moral de todo buen peronista. En esta línea de pensamiento trabajaremos sin descanso. Sepamos actuar con espíritu de grandeza
(*) De Iniciativa Socialista