Lo único que la foto no puede registrar es el inmundo olor que desprende el basural, porque el resto está a la vista: Mugre y abandono en Sayos y Yerbal, en Villa Ilasa. “Algunos vecinos se fueron porque no podían vivir así, por el mal olor, las ratas, y cansados que carreros, y vecinos mugrientos de otros barrios lo usen de basurero”, señala Eduardo Ugarte.