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domingo, 9 de enero de 2022

Putin represor de la KGB en la RDA, nacional patriota y "fana" de Stalin


por Lisandro Martínez*

El 28/12/2021 a Corte Suprema de Rusia ordenó el cierre de la ONG Memorial, defensora de  libertades individuales y custodia de la historia y los archivos de las víctimas del Gulag, que hace 90 años reclaman justicia.

   En 1917 la clase obrera en Rusia derrota a la autocracia zarista y toma el poder guiada por su partido. 7 años después, con la muerte de Lenin, se consolidó una burocracia que persiguió y expulsó a los mejores cuadros obreros y obligó a Trotsky, jefe del triunfante ejército rojo, a abandonar la URSS. Trotsky fue expulsado de la URSS y obligado a emigrar sin visa por todo el planeta hasta que fue asesinado en México en 1940 por los servicios estalinianos. 

   José Stalin desplazó a los organismos obreros del poder en Rusia. La persecución y el exterminio de los opositores fueron planificados a través de una red de campos de concentración, cuya centralización se estableció con el acrónimo Gulag que significa Dirección general de Campos de Trabajo. Dos sobrevivientes de esa experiencia de exterminio en los Gulag escribieron con datos precisos en 1958 sendos libros autobiográficos, relatando sus vicisitudes como prisioneros: El científico ruso Aleksandr Isáyevich Solzhenitsyn: El archipiélago Gulag, libro que le valió el Nobel de literatura y el

obrero gráfico austriaco Karlo Stajner: 7.000 días en Siberia (20 años), relatando cual fue su estadía en ese infierno.

El régimen estalinista se calcula que hizo pasar por la red de los 427 campos reconocidos -hasta hoy- a millones de víctimas. La organización de DDHH Memorial de Rusia, que es perseguida por el gobierno de Putin como “enemiga del pueblo”, señaló en principio que hubo 12 millones de víctimas del terror estalinista y 3 millones de ejecutados (www.elpais,com 29/10/2018). Los datos toman magnitud política a partir de 1930 con “La gran purga”: “De los 1.966 delegados al XVIII Congreso del Partido Comunista llevado a cabo en 1934, 1.108 de ellos fueron arrestados encarcelados y ejecutados” (abc.es 16/3/2018). Entre 1937 y 1938 el régimen de terror detuvo a 2.500.000 personas, fusiló a 800.000 y 600.000 murieron en las cárceles. Viktor Zemskov investigó los archivos del Ministerio de Interior (mvd-mgb) y los archivos de la policía de Stalin (ogpu-NKvd).

   Otra prueba estremecedora la incorpora el libro Cartas desde el Gulag de Luiza Iordache, Alianza editorial, año 2020. “Entre 1940 y 1956 pasaron por los campos de concentración soviéticos 345 republicanos españoles, entre los que había “niños de la guerra”, militantes comunistas, maestros, pilotos, marinos y otros republicanos detenidos en Berlín luego "liberados" por el Ejército Rojo y llevados a la URSS, entre ellos está  el cirujano catalán Julián Fuster Ribó, el "español Fuster" que menciona el Premio Nobel de Literatura en Archipiélago Gulag. Con la biografía de Julián Fuster, Luiza Iordache nos da a conocer la historia de otros españoles que como él llegaron a la URSS llenos de ilusiones y terminaron en cárceles y Gulag por el “delito” de disentir con el régimen staliniano o por querer marcharse del país. Fuster fue testigo de la rebelión de presos en el campo de Kengir donde se terminó pasando por encima a los prisioneros con las orugas de los tanques de guerra masacrándolos. También son esclarecedoras las apreciaciones, recogidas al final del libro, sobre lo que era la vida en el paraíso del “padrecito” Stalin.

Putin un hombre de la KGB que fuera enviado como oficial de la Stasi a la República Democrática  Alemana (RDA), es un fanático del estalinismo y admirador del periodo de “guerra patriótica” (1941-1944), donde el pueblo ofrendó millones de muertos para derrotar al nazismo, lo que significó en la batalla de Stalingrado la pérdida de la vida de 1.200.000 rusos. Mientras, Putin confunde la heroicidad del pueblo con la criminal dictadura de Stalin quien, a fuerza de persecuciones, amenazas y castigos, colocó siempre en riesgo el desenlace de la guerra. Putin no dice una palabra del pacto vergonzoso Stalin-Hitler en 1938, por lo tanto encubre miserablemente al cobarde criminal. En diciembre de 2018 fue encontrado el carnet de Putin como miembro de la Stasi en la RDA.

Con la constitución en Rusia de la organización de derechos humanos, Memorial, se comenzó un proceso de recolección de datos y un extenso archivo. La organización fue fundada en 1991 por, entre otros, el fallecido científico y Nobel de la Paz (1975) Andréi Sájarov, pero el régimen putinesco considera que criticar públicamente las decisiones judiciales raya la ilegalidad y la creación desde 2008 de una lista de presos políticos debe ser considerada como una actividad subversiva. 

Stalin estableció purgas sangrientas entre 1936 y 1937 y aprovechó para deshacerse del comandante en jefe Mijail Tujachevski al que hizo torturar y fusilar por falsos informes del alto mando alemán. Junto a Tujachevski fusiló a otros 10.000 militares de distinto rango. 

El Kremlin de Vladimir Putin quiere dejar a los rusos sin memoria de las represiones stalinistas. La organización de derechos humanos más antigua de Rusia, Memorial, que se dedica a la rehabilitación de los millones de represaliados de este país, está amenazada de desaparición.

"Quieren que dejemos de existir” 

“Las autoridades rusas quieren heredar sólo las glorias pasadas y hacer con la investigación de los crímenes (de estado) lo mismo que en su momento hicieron en Argentina: punto y final. ¡Basta!'", comentó a Efe Alexandr Cherkasov, director de Memorial (www.EFE Moscú 20/11/2021).

Putin ofició de represor de las libertades públicas, agente provocador y conspiró contra el pueblo de la RDA durante 14 años (1985 -1999); lo hizo por mandato de la KGB, la policía stalinista a la cual denunciara el film “La vida de los otros”, por lo tanto no está interesado en que se descubra su pasado de fisgón y represor, tal como fue denunciado en su oportunidad.

Memorial recuerda que el número oficial de represaliados del régimen estalinista asciende a 12 millones. Memorial sólo ha identificado a 3,5 millones, a lo que hay que sumar unos 40.000 verdugos, por lo que su labor aún no ha terminado.

La izquierda debe pronunciarse por la continuidad de la investigación de Memorial, el juicio y castigo a los sepultureros de la revolución Rusa y a sus continuadores. 

En la foto, la firma del pacto Hitler-Stalin.

   (*) Del Partido Obrero Tendencia