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domingo, 2 de enero de 2022

El día que docenas de infieles respondieron: “Amén”


 
por Lisandro Martínez*

    A la hora de saludar a compañeros, amigos y familiares elegí una tarjeta virtual que me enviara un compañero con formato navideño, con una frase que hace hincapié en la desobediencia, la resistencia, acompañada de la libertad, la dignidad y la rebeldía. Como la tarjeta visual se presentaba como “feliz y próspera” señalé aparte que los deseos en esta fiesta judeo cristiana navideña debían acompañarse de la palabra hebrea amén, que significa “Así sea” o “Así es”. Varias docenas individualmente me respondieron “¡Amén!”, en una comunión de ideas que no tiene precisamente nada que ver con lo religioso (ver foto).

     Se ha establecido e instalado al menos en Sudamérica que la salida al ataque económico del FMI será aquí y en otros continentes un escenario explosivo, que por las contradicciones sociales el capitalismo debe resolver mediante el engaño y la derrota antes que se produzcan cortocircuitos, cuyos destacados protagonistas son y serán las masas de conjunto. El histórico método de movilizarse a las instituciones del régimen exigiendo que rindan cuentas y se arrepientan, es un ejercicio que interroga a quien lo transita y coloca el desafío de reemplazar a los aparatos inservibles y que la clase obrera se haga cargo del gobierno ante el fracaso de las instituciones establecidas. 

     Este señalamiento está vigente desde 1848 por el gobierno de los comuneros de París cuando declararon “debido a la traición y el fracaso del funcionariado, el gobierno de los


trabajadores decidió hacerse cargo de la cosa pública”, concreto y explícito.   

     En Argentina, las iniciativas de nuestras masas se copian internacionalmente. En un mundo capitalista a punto de reventar, el gobierno de los Fernández debe pasar por la firma del acuerdo ruinoso con el FMI que lo colocará en el escenario de la crisis terminal y los tomatazos entrecruzados de derecha e izquierda. Mientras, la burocracia sindical haciéndose la rata muerta frente al gato, trata así de no defender las conquistas históricas a punto de ser arrebatadas y está ensayando “suonare il fesa” -hacerse la boluda en argentino ordinario- como lo hizo durante el levantamiento del 2001 o borrarse como Casildo Herrera en 1975.

¿Dónde van los créditos del FMI? 

    “En 5 años en Chubut la pobreza y la indigencia se duplicaron, se creó una deuda en dólares generada por las patronales desde 2010. La mayoría de las obras públicas que se utilizaron como argumento para endeudarse en dólares no se hicieron y otras se transfirieron a los municipios con lo que se terminaron pagando 2 veces. Para no tener déficits en 2018 se ajustaron brutalmente y a la baja los salarios de los empleados públicos. En 2020  tuvo un déficit $18.920 millones, el rojo más grande de su historia.” (www.opsur.org.ar 8/4/2021 M. García “El Extremo Sur”). 

    En Chubut, la movilización popular derogó el 20/12 la ley “democráticamente decidida” que imponía la zonificación minera (15/12) de 14 diputados que son parte de un régimen político que opera contra millones de laburantes. Esto es tan concreto que los 14 diputados del FMI con su votación hicieron subir 7% en la bolsa las acciones de Pan American Silver (PAAS), titular del yacimiento Navidad. 

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    “En diciembre del 2020, un diputado del macrismo, Sebastián López, apareció en un video pidiendo dinero y protección de su imagen a cambio de sus servicios políticos beneficiando a firmas mineras extractivistas” (www.actualidad.rt.com).

    Mientras los estatales chubutenses tienen salarios congelados hace 2 años, el INDEC confirmó que Trelew y Rawson registran la desocupación más alta de la Patagonia. 

    Desde hace 4 años el gobernador Mariano Arcioni está cuestionado por el pueblo. “La gobernabilidad” sólo se mantiene con ayuda de la burocracia sindical y la oposición patronal del PJ/Kirchnerismo. 

    El hartazgo popular se transformó días atrás en rebelión desde los barrios donde la juventud se puso a la cabeza marchando a: 1. Casa de gobierno que fue tan hostigada que obligó al gobernador a rajar y mudarse a otro lugar. 2. La legislatura, 3. Al Tribunal de Justicia y 4.     Las comisarías que soportaron la ira popular. Este muestreo de objetivos le quita a la epopeya popular llamada “chubutazo” el sello de “una protesta ambientalista” y destaca que se ha grabado a fuego en la conciencia del pueblo el listado de reivindicaciones arrebatadas por los entregadores de saco y corbata que se refugian –como los piojos- en las entretelas del Estado, para intrigar a espaldas de quienes trabajan.

Las puebladas buscan gobernar

    Cuando el poder político votó en la legislatura la zonificación minera, miles de personas se lanzaron a la calle en las principales ciudades produciéndose puebladas que superaron largamente al 19 y 20 de diciembre de 2001 y durante 4 horas se enfrentaron a la policía, en el centro y en las barriadas y al otro día siguió la movilización sobre los edificios públicos donde se gestiona la capitulación ante los organismos financieros internacionales. 

    Hubo enormes movilizaciones en Trelew, Puerto Madryn y Comodoro Rivadavia, hubo una huelga general en el puerto. En todos lados la conclusión es “que se vayan todos”, un resultado inapelable sobre las responsabilidades políticas de los “mulos” del FMI, y se pidió la renuncia del gobernador. 

    Ahora las instituciones del poder político que comulgan con el FMI apelan a otra maniobra: junto a la Iglesia católica y otras bandas reclaman un plebiscito que quiere institucionalizar la derrota del pueblo pero la voluntad de millones ya se ha expresado en las calles con el “No a la megaminería y basta de destrucción de las conquistas laborales”. 

    Por lo tanto el rechazo al plebiscito (última maniobra de los entregadores de las riquezas territoriales) está inscripto en la agenda del pueblo que ha elegido tomar las calles y expresarse hasta que los representantes locales de la usura internacional se rindan en forma incondicional y retiren todos los proyectos de entrega de riquezas naturales y se reconstituyan las conquistas laborales arrebatadas. 

    La Argentina ya ha ingresado al ring donde se decide el futuro. Es necesario apurar un plan de acción nacional, un programa de intervención de los trabajadores que sea la expresión de un Congreso obrero que elabore el programa económico, social y cultural que de una salida al pueblo trabajador y establezca al movimiento obrero independiente de las patronales liderando desde el gobierno esta transición. 

   (*) Del Partido Obrero Tendencia