por Lisandro Martinez*
En aquellos días, como anticipó Marx: “Todo lo sólido se desvanece en el aire; todo lo sagrado es profano y los hombres, al fin, son forzados a considerar sus condiciones de existencia y sus relaciones recíprocas”.
El Argentinazo fue un proceso de organización social y político de trámite lento pero firme contra el régimen demagógico menemo/cavallista de entrega y hambre y luego contra sus continuadores, los De la Rúa/Cavallo/López “Morfi”. En 1993 las provincias habían tomado la costumbre de atrasar el pago de los salario para honrar la deuda externa.
El Cordobazo de los 90’
El 17 y 18 de diciembre de1993 los trabajadores de Santiago del Estero con los empleados públicos a la cabeza, tomaron la ciudad por los salarios adeudados a docentes, trabajadores de sanidad y municipales. Grandes columnas muy enfocadas en el momento histórico que vivían, marcharon serenamente hacia la Casa de Gobierno donde tomaron sus instalaciones, luego hicieron lo mismo con el edificio del Poder Judicial, la Legislatura provincial y el Archivo Provincial.
Los sindicatos armaron varias columnas con directivas precisas: fueron hacia las propiedades mal habidas de los exgobernadores Juárez e Iturre, calificados como chorros y corruptos y les
prendieron fuego, también arrimaron fuego a la vivienda de calificados diputados.
¡Piqueteros carajo!
Desde mayo de 1997 los despedidos de YPF -privatizada por Menem- cortaban rutas en Salta (Mosconi y Tartagal), pidiendo su reincorporación, salarios adeudados y otras reivindicaciones. Carlos Gil, José Barraza y Cesar Raineri, dirigentes del PO en esa provincia y obreros de YPF fueron detenidos por ser “cabecillas” de la protesta. Allí nació el término “piqueteros” que todavía aterroriza al poder político de turno y a algunos manipuladores de noticias que defienden al metrobus como si fuera la ruta al paraíso. En mayo del 2000 hubo una nueva pueblada en Tartagal, Mosconi, Aguaray y Pocitos, con características masivas, clasistas y combativas.
Desde 1999 veníamos agitando “Fuera De la Rúa/Cavallo porque “ellos” no sabían cómo seguir gobernando y “nosotros” no queríamos que siguieran. La centro izquierda de entonces -Carrió/Delia/Farinello y la CTA- intentaron parar el vendaval social levantando firmas contra el hambre. A esa iniciativa las luchas la volvieron papel mojado.
El 3/11/2000 en el corte de ruta en Salta se aprobó llamar “a los piqueteros de La Matanza, Cutral Có, Chaco, Formosa, Mar del Plata, Córdoba, Rosario, Jujuy y La Patagonia”, a formar una Coordinadora Nacional de Piqueteros que elaborase un programa económico, social y cultural que dé una salida al pueblo de la nación”. El 9/12/2000 se convoca al Congreso de Trabajadores y Desocupados del norte de Salta convocado por comisiones de piqueteros y desocupados de Tartagal, Mosconi, Aguaray, Orán y Embarcación, donde las asambleas eligieron representantes.
En CABA, en el Sindicato de Prensa se convocó a un plenario nacional de trabajadores. El llamamiento aprobado votó como método un plan de lucha y huelga general indefinida hasta arrancar “lo que nos corresponde”, preparando un congreso nacional de piqueteros y de la clase obrera.
La unidad piquetera convocó a la 1ª Asamblea de Trabajadores Ocupados y Desocupados en junio de 2001, en una iglesia de La Matanza; la 2ª ANT reuniría al movimiento de todo el país. Los miembros informantes de la Asamblea aclararon que surgía un movimiento político-reivindicativo y no una corriente asistencialista.
Piquete y cacerola la lucha es una sola
Levantamos la consigna de “asambleas populares en los barrios”, la primera de las cuales se reunió el domingo 23/12 en Parque Centenario. A la manifestación convocada por la ANT del 19 y 20/12/2021: la FTV y la CCC decidieron no ir. El PO se movilizó, porque en el Pic Nic anual del 16/12, surgió del informe político la inminencia de un levantamiento popular.
Ese 19 nos reunimos a las 10:00 en Congreso para ir a Plaza de Mayo. La policía impedía avanzar así que dimos marchas y contra marchas por Avenida de Mayo y otras calles. Nunca nos detuvimos, marchamos y esquivamos a provocadores que cantaban el Himno Nacional ante nuestra bandera roja. Vimos como rodaban caballos y sus jinetes policías que pretendían lastimar a los manifestantes y asistimos a escenas de valor inaudito. Como los gases invadían todo el ámbito, varios iban con la cabeza envuelta en una toalla mojada y con trozos de limones para romper con los gases. Durante las próximas 8 horas pretendimos ingresar a Plaza de Mayo hasta que a las 17:0 el gobierno nacional sacó a la calle autos sin patentes con policías de uniforme y sin uniforme que trataban de fusilar al que tenían cerca. Nuestra columna era una muralla y las gomeras les imponían distancia a los asesinos. A las 18:00 se resolvió volver a la plaza Congreso donde escuchamos un informe de la situación nacional de ese día (ver foto) y luego nos retiramos satisfechos de ser parte de una jornada histórica del pueblo, para volver al otro día.
El 1º de enero luego de que el gobernador Ruckauf (inventor del Patacón) alentara el golpe de estado contra De La Rúa, el Congreso completó uno de aquellos mamarrachos histórico, que permitió que Eduardo Duhalde (involucrado en la muerte de Cabezas) apoyado por Carrió fuera presidente. En el Congreso había una cita, donde barrabravas a ladrillazos pretendieron echar a las organizaciones de izquierda que protestábamos contra la impunidad. A un pelado le dieron un ladrillazo que le hizo sangrar la cabeza y en un abrir y cerrar de ojos la izquierda armó dos líneas de 3 metros en cuclillas y de pie con gomeras, que con un director ejecutivo disolvieron a los matones a los que sólo volví a ver esa noche en la tele ingresando a los hospitales lagrimeando. La izquierda ganó la batalla de las piedras por KO.
El derrumbe capitalista del 2000 era mucho menor al que en 2021 estamos verificando. Aquello planteaba igual que hoy la lucha por el poder y por lo tanto resurge la necesidad de sustituir al gobierno patronal agotado por un gobierno de asambleas constituyentes soberanas a desarrollar en las luchas, huelgas generales y puebladas.
(*) Del Partido Obrero tendencia
