Se “fuma” las frituras de un restaurante sushi

 Una mujer -que pide reserva de identidad- vive en los altos de un edificio, en cuyo local de planta baja, en Llavallol 440, funciona un restaurante de sushi (foto) que le invade la casa con olor a frituras, y no hay sahumerio ni aerosol con qué darle. Lo increíble del caso es que ese local no está habilitado para cocina gastronómica porque no posee salida a los cuatro vientos, y que por ese motivo ya fue clausurado en una oportunidad. Pero sigue funcionando, a pesar de que la vecina se ha quejado formalmente ante el municipio, y las respuestas que le brindan rayan en lo ridículo. —Tengo tres números de expedientes generados por el mismo motivo -relata-. El 176398, el 180826 y el 180755. Una vez me respondieron: “Buenas tardes, el área informó tras su último reclamo que al momento de la inspección no se constatan anomalías en la dirección indicada”. Y otra vez la respuesta al reclamo fue: “Su solicitud fue registrada con éxito en el sistema Atención Vecinal con los datos que se detallan a continuación: Número de solicitud: 200653. Nombre: X; apellido: X; área: Espacios Públicos; Motivo: Mantenimiento de Espacios Verdes. Una vez que el ticket haya sido cerrado una de las operadoras se comunicara con usted. No es necesario reiterar la solicitud, cualquier novedad se verá reflejado (sic) en el ticket”.

  Pero el olor a fritanga sigue siendo fumado por la vecina. O el inspector municipal de la zona anda mal del olfato, o es un goloso del sushi...