por Lisandro Martinez*
El alto mando del Titanic: Juntos por el Cambio y el Frente de Todos
El electorado hizo su experiencia y se pudrió del punteraje (FdT) y los gorilas (JxC). Así perdieron más de 6 millones de rehenes que los votaban. Entonces, estas dos fuerzas políticas: ¿Qué festejan?
La derrota del Frente de Todes y del PJ en su conjunto con sus punteros fue terminante, perdieron en las provincias más importantes: Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Chubut y La Pampa. Esto los llevó a perder el control del Senado donde quedan sin quórum propio. También perdieron en CABA y resultaron terceros cómodos en la emblemática provincia de Santa Cruz.
Los festejos desmedidos y por momentos propios del teatro del grotesco fueron casi un síntoma patológico con el que reducían el infierno pasando al purgatorio, al receptar noticias de haber achicado el agua que se les metía por todos lados en el barco de PBA a borbotones. Los intendentes con sus aparatos de punteros y su máquina clientelar lograron con la cola entre las piernas revertir un tanto el impacto de una derrota abultada, que sólo justificaban al reducir un poquito el desastre. Pero el resultado más visible es la acción del punteraje que con infinitos recursos económicos está metido en toda la vida social de las
barriadas obreras, y no obstante no pudo revertir el altísimo ausentismo electoral en repudio que asoló las barriadas.Este 14 de noviembre de 2021, los que votaron en blanco, impugnaron su voto o no fueron a votar sumaron más de 11 millones.
Al Frente de Todes el pasado fin de semana lo abandonaron 5.274.083 votantes que lo habían acompañado en 2019 hasta que descifraron el mensaje fraudulento.
Con los diarios del lunes nos ilustramos que el gobierno de Todes perdió la mayoría absoluta en el Senado y que a Juntos, ni juntado las monedas, le alcanza para pretender la primera minoría en Diputados, careciendo de posibilidades para hacerse de la presidencia de la Cámara. Es decir que han llegado a la famosa operación matemática donde cero es igual a cero y se potencian como un cero absoluto a la hora de enfrentar una crisis social y económica, a la que ellos y el empresariado que representan nos han llevado desastrosamente, haciéndonos pagar primero por la fuga millonaria de capitales que los benefició y luego trasladándolos hacia los paraísos fiscales.
Fernández el domingo se presentó ante las cámaras “duro como rulo de estatua” a la hora de ponerse de rodillas ante el FMI, señalando que: ¡Ahora sí! Él (Alberto Fernández), en nombre de la burguesía nacional decadente -caracterizada como ladrona por los organismos de crédito financiero internacional- cumplirá el acuerdo con el FMI, aunque desde hace un año y medio no puede levantar semejante muerto y los recursos políticos con los que faroleaba el Presidente, recordando sus viejos trucos de vendedor de AFJP, lo han abandonado “como se abandonan los zapatos viejos”.
Frente a las cámaras de TV habló de la deuda como el "escollo más grande" y que "es tiempo también de resolver el problema derivado de la deuda contraída por el gobierno que me precedió con el Fondo Monetario Internacional".
Anunció que en la primera semana de diciembre enviarán al Congreso "un proyecto de ley que explicite el “programa económico plurianual para el desarrollo sustentable. Ese programa contemplará los mejores entendimientos que nuestro gobierno haya alcanzado con el staff del FMI en las negociaciones que lidera nuestro ministro de economía, Martín Guzmán, sin renunciar a los principios de crecimiento económico e inclusión social", dijo el Alberto.
El rejunte de Juntos tiene la dificultad de que está dividido en innumerables bandas de “emprendedores”, todos ansiosos de abordar nuevos saqueos al erario público. Estos grupos nacionales y provinciales van al armado de un nuevo mascarón político que vuelva a confundir y engañar a una población trabajadora que lentamente está cruzando el río Rubicón que, como señaló el emperador y estratega Julio Cesar (18/7/100 a. C.- 15/3/ 44 a. C), “una vez que se cruza no se puede volver atrás y sólo se puede seguir hacia adelante”, y más –agregamos- en medio de una crisis social como esta que se acelera.
Un dato sensible es que el pueblo trabajador tomó nota y abandonó en masa a los estafadores.
Política Obrera en setiembre de 2021 señaló durante las PASO, en docenas de medios de comunicación del país y en el programa A dos Voces de TN, que luego de las elecciones “las fuerzas políticas patronales iban a firmar el acuerdo socialmente criminal de un ajuste popularmente insoportable, en favor del FMI en el Congreso de la Nación”.
Por algún motivo de las patronales a las que representa, el re “Junte por el Cambio” ha dicho que no va a firmar. Esto refuerza la caracterización sobre ¿qué festejan? los que llevaron a esta situación de “punto muerto nacional” al país, donde las fuerzas dominantes del escenario político –luego de la elección- se amesetaron en un empate técnico que se refuerza con la misma cantidad de diputados para el partido del gobierno e igual número de diputados para la principal coalición opositora. El empate técnico, el impasse o punto muerto en política, no tiene salida a favor del pueblo trabajador como tampoco tienen las patronales ninguna otra escapatoria, aunque fuera momentánea o demagógica. Tienen que ir a un ataque despiadado sobre un cuerpo social con el 50% de desocupados y otro tanto de hambreados aun teniendo trabajo, quienes les van a responder.
En el marco electoral crecieron dos tendencias políticas: Una fascista Espert/Milei y otra de izquierda, el FIT-U que incrementó su caudal de votos y conquistó bancas parlamentarias incluso en los consejos deliberantes de varias localidades del GBA, que antes estaban en manos de punteros y burócratas sindicales; lo mismo sucedió para el FIT-U en el interior de PBA y en las provincias.
Esto señala que el cruce lento del Rubicón por la masa del pueblo trabajador se va a ir reafirmando en las luchas sociales por todas las reivindicaciones y va por ahora de la mano de opciones que se presentan como obreras. Esta es hoy la noticia más auspiciosa electoralmente hablando, más allá de su eventual dirección reformista y con desvíos parlamentaristas, a la que habrá que superar en el transcurso de la batalla social.
Por un Congreso Obrero.
(*) Del Partido Obrero Tendencia
