por Omar Dalponte*
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Al macrismo y asociados le duele profundamente que los peronistas festejemos con ánimo triunfador el resultado de las elecciones del 14 de noviembre. Les duele y los molesta porque saben que a pesar de habernos superado en cantidad de votos en algunos lugares, el pueblo reconoció nuestro esfuerzo militante y nos apoyó lo suficiente permitiéndonos aumentar considerablemente las cifras que habíamos alcanzado en las PASO de septiembre.
Les duele lo de la provincia de Buenos Aires porque nuestra recuperación fue notable y empatamos superando las difamaciones, los sobornos y hasta la utilización miserable que hicieron de una muerte ocurrida en Ramos Mejía, partido de La Matanza.
Les duele lo de Lanús porque luchamos, entre otras cosas, contra el aparato municipal, contra el dinero, la distribución de material impreso falso y las agresiones a nuestros militantes. Aquí les ganamos en septiembre y contra viento y marea empatamos en noviembre. Creyeron que iba a ser fácil pero no nos vencieron. Conseguimos incorporar al Concejo Deliberante a varios compañeros y compañeras en quienes confiamos, demostrando
que no somos hueso fácil de roer aún compitiendo en condiciones desfavorables contra un enemigo que recurre a procedimientos de la más baja estofa.Les duele porque la unidad del Frente de Todos y la gestión de los concejales, legisladores provinciales y nacionales que se incorporarán a partir del mes de diciembre, junto a la de las compañeras y compañeros que ya están en funciones, permitirá instalar y afianzar en los distintos escenarios a figuras que, seguramente, tendrán un protagonismo central en 2023.
Les duele porque los peronistas demostramos que nos agrandamos en la adversidad y ahora, reponiéndonos de la tragedia que significó la pandemia, estamos dispuestos a recuperar las calles.
A pocas horas de pasada la elección primaria del 12 de septiembre, ante la soberbia del macrismo por haber logrado en aquella oportunidad más votos que el Frente de Todos, un avezado veterano de las lides políticas, don José Luis Gioja, con su gracejo provinciano dijo: "algunos se están almorzando la cena". Tuvo razón. Ellos, el macrismo y sus socios menores, en varios municipios y provincias cosecharon más sufragios que nosotros. Pero les pasó algo tan doloroso como a quien ganó la lotería y ese mismo día se le murió el ser más querido. Perciben que el 14 de noviembre se les puso fecha de vencimiento.
Asoma, debe asomar, un peronismo diferente. La compañera Cristina Fernández de Kirchner afirmó recientemente que el peronismo “sigue más vigente que nunca” porque, en la Argentina, es “superador” entre las fuerzas de izquierda y de derecha" y aseguró que "necesitamos urgente una reconstrucción nacional". De acuerdo. Pero convengamos que revalorizando las bases doctrinarias históricas del peronismo es necesario comprender que a los problemas de hoy es inútil tratar de resolverlos con recetas perimidas. Tampoco es posible programar un futuro sin ideas renovadoras. Hoy, en nuestro país y en el resto del mundo vivimos realidades muy distintas a las de tiempos pasados. Y después de la tragedia causada por la pandemia el nivel de complicaciones’, aquí y en todo el mundo, aumentó enormemente. También, en el cierre de un encuentro de jóvenes de La Cámpora en la ex Esma, la vicepresidenta llamó a la militancia a acudir a las plazas y calles para conmemorar las fechas muy sentidas por el peronismo. Traducido, ese llamamiento significa una exhortación a la movilización de la masa peronista para volver a su esencia recuperando sus tradiciones. La movilización popular es la mejor defensa contra los embates de una oposición salvaje que descaradamente, por distintos medios, intenta destituir al gobierno. Así lo entendieron el Movimiento Obrero Organizado, las organizaciones sociales e individualmente, gran cantidad de ciudadanos cuya aceptación a la propuesta de Cristina fue inmediata y el miércoles 17 de noviembre, festejando el Día del Militante Peronista, miles y miles de mujeres y hombres manifestamos y concentramos en Plaza de Mayo con la alegría y firmeza que caracteriza al peronismo, pero además con reclamos justos que fueron expresados por la multitud a viva voz y en las inscripciones de infinidad de carteles.
Sí. Asoma un peronismo renovado y revitalizado por la fuerza de gran cantidad de jóvenes. Que no tendrá nada que ver con aquel viejo "neoperonismo" que proponía un peronismo sin Perón ni nada por el estilo. El peronismo que viene debe ser con todas y todos comprendiendo y aceptando las exigencias de un tiempo nuevo. Tenemos que hacernos cargo de nuestra historia, de TODA nuestra historia, luchando cada día por crecer en número y mejorar en calidad. Unidad adentro y lazos fraternales con todas las expresiones del campo popular, con la vista puesta en objetivos claros y posibles. Ser peronistas exige mirar hacia adelante, realizar la actualización doctrinaria del Movimiento, analizar la cuestión del socialismo en los términos planteados por Perón, tener como principal referencia las figuras del General y de Eva, revalorizar las gestiones de Néstor y Cristina, apoyar sin hesitar la tarea que en medio de severas turbulencias y contra el acoso de la oposición salvaje realiza Alberto Fernández. Síntesis: ser peronistas significa ser fieles a nuestro pasado y a nuestras tradiciones, leales y comprometidos en el presente, y capaces de proponer un futuro en términos revolucionarios. Eva señaló el camino: "El peronismo será revolucionario o no será nada". Así debe ser.
(*) De Iniciativa Socialista
