Era una tarde lluviosa de verano y en su casa Abby ya tenía todo listo para el nuevo Noticuento, había preparado una clase para explicar a Apo, a su prima Vicky y varias amiguitas y amiguitos del barrio que se habían juntado para escucharla. Como ya había terminado el tema relativo al universo, las estrellas, los planetas y todo lo que acontecía en el espacio exterior a la Tierra, esta vez decidió relatar lo que sucedía en el espacio interior y hablar de los tres componentes: el líquido, el sólido y el gaseoso. Si algo había aprendido Abby de la experiencia anterior fue no hablar mucho, sino más bien mostrar a través de videos los relatos y que cada uno de los asistentes vea con sus propios ojos y escuche con sus propios oídos. También les dijo que harían algunas pausas para las preguntas. Así el primer video que les mostró fue: “Cambio climático para niños”. Terminada la proyección, Abby les habló de la alteración del clima, ya sea por el excesivo calor o por el frío extremo. Las preguntas que hicieron los alumnos y que contestaba la presentadora
fueron suficientes. Pero lo que pasó en el segundo video, “Cuidado y ahorro del agua”, la sorprendió. El argumento estaba dirigido a niños más chiquitos, con música y dibujitos. Abby se dedicó a leerles los comentarios escritos, subrayando la importancia que el precioso líquido posee para la vida de las plantas, los animales y los seres humanos y la escasez del agua apta para su consumo. Y para su sorpresa la cantidad de preguntas que recibió fueron muchas. Los chicos habían entrado en confianza, su calidez los alentó, a tal punto que en un momento tuvo que cortar el diálogo, con amabilidad por supuesto: -Bueno, sigamos, cualquier duda me la formulan al final okey. – ¡Sí!, respondieron todos. “Los recursos naturales” fue el último video y se refería en especial a los sólidos: minerales como el petróleo y los metales; vegetales como los cereales y los árboles y animales como los peces y los animales de granja. Al final como se comprometió y previo a la merienda acostumbrada, esta vez con una chocolatada bien fría y unos ricos muffins, Abby contestó las inquietudes pendientes. La lluvia ya había parado y finalizó el encuentro que a la mirada experimentada del Abu Leo fue muy interesante.
Leonardo Saphir -saphirleonardo@gmail.com
