El tipo no se puede quejar: Se consiguió una casita ubicada en un parque de una hectárea, con un gimnasio con aparatos incluido. En la Plaza Güemes más conocida como la plaza de Villa Obrera, la casa donde guardan las herramientas está usurpada por un hombre que además de usar el pañol como vivienda se armó un kiosco como muestra la foto. Las chicas que limpian la plaza tienen que guardar los elementos de trabajo en el centro de jubilados. El okupa tiene enganchada la luz e incluso allí guarda su moto. “Dice que a él nadie lo saca porque trabaja con el diputado Urrelli", señala el vecino Eduardo. La municipalidad tiene la palabra.
