El 19 de agosto de 2016, cuando Nicolás Gamboni, de 24 años, regresaba a su casa luego de una actividad estudiantil, fue abordado por dos sujetos en moto que le quitaron su celular, en Esquiú y Aguilar. Sin encontrar resistencia, sin mediar palabra, dispararon contra su víctima y la mataron.
“Justicia por Nico”, decían los carteles que portaban sus amigos y compañeros, que acompañaron a la familia en una marcha de reclamo que se hizo hacia la municipalidad dos días después. Y desde allí, comenzó el calvario de su mamá, Claudia Serapio, para lograr que esa justicia llegara, involucrándose en la búsqueda de testigos del hecho para poder hallar a los culpables. Finalmente lograron detener a Jonathan Maidana, alias “Mono” y Nicolás Santillán, alias “Chaparrón”, quienes están siendo juzgados.
El juicio se inició ayer, en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 7 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, luego que el TOC.8, se declaró incompetente. Se realizó en la sala grande del edificio de Larroque y Presidente Perón. Por las distintas instancias que atravesó la causa, ya que en el transcurso de estos cinco años las audiencias fueron suspendidas cuatro veces, mediando meses entre una y otra fecha de realización.
Los perpetradores del crimen están detenidos por el tiroteo que mantuvieron en Achával y
Deheza pocos días antes del crimen de Nico, pero ahora enfrentan el juicio por asesinato, que definirá quién fue el autor del crimen. Claudia Serapio nunca tuvo dudas que fue “Chaparrón”, pero había que probarlo. “Ayer se reportaron elementos que avalan la postura que siempre tuvo la familia en cuanto a quién fue el autor del hecho”, aseveró Hernán Colombo Russell, abogado de la familia. Pero solamente declararon once testigos, entre ellos la mamá de la víctima. Para hoy en la próxima audiencia, deberán prestar testimonio los diez restantes. Y no se descarta que los abogados deban presentar sus alegatos en la misma jornada.Marta Santos