En los días que siguieron al noticuento de los colores rojo y azul, los chicos le preguntaron a Abby de este último color. Es que con el apuro de los helados se quedaron con dudas. Es sabido que es difícil que todas y todos se olviden de algo que les interese. Ella les prometió que la próxima vez que se sentaran a escuchar completaría el relato. Y ese día llegó.
—Ustedes me preguntaron días atrás por el invierno ¿no es cierto? ¿Lo conocen, no? —¡Nooo! Contestaron ambos. –Bueno es cuando viene el frío. Ahora está terminando el verano y después que caigan las hojas de los árboles viene el invierno cuando hay que abrigarse bien y comer comidas calientes. Las noches son más largas y por ello como el sol da calor y se asocia con el rojo, el invierno se asocia con el azul del cielo por las noches. Los chicos parecían que seguían teniendo dudas, pero no repreguntaron.
—Bueno, hoy vamos a ir por otros dos colores. Primero el verde. ¿A ver… qué cosas tienen
color verde? –Los autitos verdes, dijo uno. –Las hojas de los árboles, respondió otra. – ¿Y el pasto? Preguntó Abby. –También, respondió Apo. –¡Pero el pasto cuando está seco es amarillo! A lo que la contadora de los noticuentos contestó: –Bien dicho Vicky, es que la diferencia entre el verde y el amarillo se produce por efecto de la luz. Pero en general como los colores que se producen por efectos de la luz del sol, se llaman colores luz primarios, el verde es más natural porque además los vegetales tienen una substancia llamada clorofila que le da el color verde.—Y a propósito del color -prosiguió Abby- el que sigue es el magenta, que proviene de la mezcla del rojo y el azul. Y saben qué cosa tiene ese color: la sangre. ¿Alguno de ustedes vio un perrito cuando se lastima ? –¡Sí, yo, cuando un perro grande mordió a otro chiquito, le salió sangre! -dijo el nene. –Bueno, ese color casi morado lo da la sangre, que es roja, pero que al salir de las venitas azules mezclan los colores. Bueno, ese color mezclado es el magenta. Y como en casi todos los animales corre sangre por sus venas, es el color de la esperanza que tienta el futuro con el corazón, como dice la canción y alimenta en armonía en cada elección de la vida. El título de este noticuento lo resume: “La yegüita come el pasto y alimenta a los potrillitos”.
¡Justo!, como si hubiera sido preparado de antemano, mamá Nano exclama desde la cocina: -¡Chicos, a tomar la leche! Siempre presente el Abu Leo se quedó pensando y una reflexión cruzó por su mente: -La clorofila, la sangre, antes la luz, los gases, los minerales y el perfecto equilibrio de la energía y la materia, el tiempo y el espacio implícitos en todos los noticuentos. ¿Cómo se crearon? ¿Hubo un plan? ¿Quién lo hizo? Por eso, pensando, esta vez el Abu Leo no pudo adelantarse y llegó tarde a la merienda.
Leonardo Saphir saphirleonardo@gmail.com