por Lisandro Martínez*
Al cumplirse 45 años de “La Noche de los lápices” donde secuestraron 10 estudiantes, pibas y pibes entre 16 y 18 años, una de las víctimas -parte de aquellos 4 jóvenes que sobrevivieron- es Emilce Moler quien publicó en estos días su libro “La larga noche de los lápices. Relatos de una sobreviviente”(www.infobae 16/09/2021). La razón del secuestro de estos pibes fue castigar a la militancia que luchaba por abaratar un boleto estudiantil que ayudara a las familias a aliviar gastos de transporte para ir a estudiar. Los pibes eran chivateados hacía un año por ser elementos politizados y activistas, a los que había que poner en caja. Desde las grandes marchas por el boleto estudiantil de 1975 –un año antes de sus secuestros- los chicos estaban en la mira de los servicios de Isabel/López Rega (PJ), quienes consideraban a la juventud elementos que debían ser disciplinados para incluirlos en la “Argentina Potencia” y si no se los encuadraba como ciudadanos dóciles había que sacarlos de escena.
Emilce es licenciada en matemáticas, máster en epistemología y doctorada en bioingeniería, ésta es sólo una muestra de miles de casos que eliminan de cuajo las patrañas de “estudiantes crónicos y vagos” que preferían hacer política. Estas injurias las utilizaron los
asesinos y sus mandantes políticos como coartada de sus crímenes para desmerecer a una gloriosa vanguardia juvenil que adoptó todos los caminos de la política, los transitó con generosidad y desprendimiento hasta de sus propias vidas. Esa experiencia hecha con su propio pellejo, llevó a la maravillosa juventud de los 60/70’ a sacar conclusiones políticas y por lo tanto abrir caminos experimentando metodologías que incluían todas las alternativas, desde las discursivas hasta las más virulentas para erradicar a un régimen que sigue podrido.
Emilce como todos los que vivieron apasionadamente la época no olvidó nada y relata -con precisión- que “la llevaron al Centro Clandestino de Detención Pozo de Arana”, donde se encontró con los otros estudiantes secuestrados para luego ser llevada al Pozo de Quilmes y a otro “Centro Clandestino (CCD) en Valentín Alsina”.
Emilce sin saberlo les aprieta las partes íntimas a los cómplices del genocidio en Lanús
Como el asesino siempre vuelve al lugar del crimen y lo hace: 1. O para jactarse de su impunidad y que aunque le sigue brotando sangre de sus manos a la vista de todos el secreto de Estado es su garantía. 2. O porque su conciencia lo tiene mal y quiere ser descubierto de una vez por todas y recibir el castigo merecido.
Otra vez, los partidos políticos que pusieron los intendentes y los embajadores para que la dictadura faenara, están para decirlo con términos callejeros “al horno”. Lanús fue uno de los municipios que padeció el genocidio más brutal. Según la Secretaría de DDHH (www.jus.gob.ar/media/3122963/6._anexo_v_listado_de_ccd.pdf), funcionaron ocho (8) Centros Clandestinos desde fines de 1974 a 1983, en sólo 44km2.
1. Comisaría 3ª, Yatay 553, Valentín Alsina,
2. CCD cerca de Puente Alsina,
3. La Unidad Regional, Juncal y Salta,
4. Comisaría 1ª, Del Valle Iberlucea 2818,
5. Comisaría 2ª, O’Higgins 1861,
6. Comisaría 6ª, Monasterio 1455, Monte Chingolo,
8. Batallón Viejo Bueno de Monte Chingolo.
Residentes de hace más de 40 años en Lanús, denuncian que también fueron Centros de Detención Clandestinos: La ex fábrica Fialp, la vivienda donde estuvo secuestrado el empresario Osvaldo Sivak en Remedios de Escalada y Fabricaciones Militares en Villa Jardín.
Campomar era parte integrante de un esquema que armonizaba lugares de secuestro, detención, fusilamiento, entierro y de ser necesario blanqueo.
El elenco establecido, el personal que llevó adelante el genocidio está reconocido por quienes lo padecieron y sus responsables políticos están insertos en una lista oficial del gobierno municipal de Darío Díaz Pérez, “Autoridades de facto que asumieron el gobierno municipal de Lanús”, publicada con fecha 14/9/2010, paradójicamente no hay listado oficial de los represores que en Lanús llevaron adelante la barbarie.
Ni unos ni otros en su mayoría han sido investigados en sus crímenes y sus conexiones. Es asombroso que se reclamen pruebas a quienes reclaman contra la impunidad cuando las evidencias están registradas. Nunca se profundizó ninguna investigación sobre las coordenadas establecidas por lo grupos de tareas, la triple A y sus mandantes políticos.
Los partidos que en la época colaboraron con la administración del genocidio con más de 700 de intendentes: UCR 310, PJ 169, Democracia Progresista 109, MID 94, Fuerza Federal Popular 78, Neo Peronistas 23, Democracia Cristiana 16, Partido Intransigente 4 (La Nación 25/3/1979). Asimismo entregaron cientos de cuadros políticos que actuaron como embajadores con la misión de enmascarar en el exterior al régimen de secuestro, tortura y desaparición establecido en Argentina y como funcionarios que administraron el genocidio. Luego de 45 años los organismos de DDHH lo denuncian, otros caracterizados vecinos han denunciado todos los factores que se aunaron para que el distrito sufriera 400 desapariciones en una localidad de sólo 44km2. Volcamos las opiniones de vecinos que están registradas en medios de la zona o sitios en las redes sociales. Esto expone mejor las características fachistas que han trascendido cuatro décadas, cuyos reservorios están intactos y protegida su historia evitando que la población conozca las responsabilidades políticas del municipio y los bloques de concejales que desfilaron durante 45 años permitiendo la continuidad y guardando bajo 7 llaves como “secreto de estado” el accionar represivo/terrorista, las vinculaciones con el poder político y la articulación territorial para eliminar a la oposición política.
Emilce señala que en los tres lugares fue torturada. En diciembre le dijeron que estaba a disposición del Poder Ejecutivo y la encarcelaron en Devoto, hasta el 20/4/1978 que salió bajo “libertad vigilada”.
El acuerdo con el FMI ayer y hoy
Emilce no se pierde en las anécdotas y subraya la actualidad de los intereses y el modelo económico que intentó la dictadura
Los CCD de Lanús como los espectros vuelven y volverán una y otra vez a interpelar al poder político que en 45 años no los investigó y es cómplice de entierros NN en el cementerio, desapariciones y asesinatos de la dictadura.
(*) De Política Obrera