por Aurelio Nicolella*
Cada día falta menos para que las urnas comiencen a hablar y al parecer Facundo Manes, atacado por el Pro y por el oficialismo peronista, de a poco se va forjando en una alternativa a futuro. Pero,¿cuál es el temor tanto del Pro puro como del peronismo bonaerense? ¿Es un temor a que se proyecte como un candidato a futuro? Ante ese temor, lo cierto es que hoy pareciera que se hubieran unido el Pro y el Frente de Todos, algo impensado. El discurso de ambas fuerzas políticas es contra el neurocientífico, ninguneándolo. No es difícil darse cuenta que se lo viene marcando, y él y su comité de campaña lo deben saber o por lo menos deberían intuirlo.
Si Manes en las PASO de septiembre logra vencer como precandidato y encabeza la lista a diputados en noviembre sobre Diego Santilli, las aspiraciones “presidenciales” de Rodríguez Larreta se verán reducidas. Es que Rodríguez Larreta necesita imponer a su candidato en el territorio bonaerense donde se da la madre de todas las batallas para llegar a la Casa Rosada. Pero le llueven malas noticias a Larreta y Santilli: Es que se vieron obligados a tener en la campaña a Macri, algo así como el cajón de don Herminio pero más pesado.
De ganar Manes sobre Santili no solo afectaría al Pro, también afectaría al oficialismo peronista y sus aspiraciones reformistas (lo que es “vox populli” cambiar la Constitución
Nacional), y con ello penetrar en la justicia y en parte del ejido social y principalmente a la clase media a la cual siempre que pueden le pasan factura.Ahora, si el saltense encabeza la principal lista opositora a diputados, se encontrará el mismo oficialismo con una figura nueva hasta ahora no contaminada en política que haría balancear las aspiraciones de un oficialismo fuerte. Lo debilitaría ya que sumado a que en el interior del país las divisiones en la coalición del Frente de Todos son palpables, basta una muestra de semanas pasadas, Santa Fe y la contienda Rossi-Perotti. Alguno puede dudar que habrá apoyo mutuo entre los dirigentes santafesinos y que no se pasarán facturas, las mismas acaecerán en otras provincias y también en nuestro distrito Lanús.
Si le sumamos las fiestitas presidenciales en plenas restricciones con fotitos y videos incluidos del Presidente que hacen mella en el electorado oficialista, de cada cuatro votantes al Frente de Todos, uno no los volvería a votar.
Y por otro lado, si el justicialismo en la provincia de Buenos Aires no gana por al menos un 50 por ciento, aunque saque la primera minoría, será un fracaso, porque eso determinará que la meta tan ansiada de imponerse y lograr retener la provincia no se logró y a futuro peligra que puedan retenerla.
Facundo Manes, como dijimos, es una figura nueva en el ámbito político, y a veces eso da una esperanza al votante que busca algo distinto. Si uno ve a la candidata del Frente de Todos, “ex duhaldista”, y su gestión que fue un desastre en la mesa del hambre y no solucionó nada donde los índices de pobreza aumentaron, y si de proyectos hablamos, menos aún. Qué decir de los demás precandidatos: algunos son típicos paracaidistas tratando mínimamente de hacer playa en nuestra provincia.
En nuestro distrito Lanús es el momento en que en el radicalismo, aunque con una alianza que a muchos no les gusta, debe ser orgánico y tratar que el primer precandidato a concejal Emiliano Bursese reingrese al concejo deliberante y conseguir la proyección a futuro de reorganizar el partido. Hay que tomar conciencia que Grindetti llegó gracias al radicalismo a administrar un distrito netamente peronista como lo era el nuestro, no tendría por qué imponerse el precandidato Pro.
Evidentemente Facundo Manes y el radicalismo de Lanús hoy son una piedra en el zapato de muchos “de la política argentina”.
. (*) Abogado y militante radical